El binomio juventud - camión

6 lecturas

Recientemente hemos tenido nuevas declaraciones de la comisaria europea de transporte Violeta Bulc, en las que señalaba que los horarios de trabajo de los transportistas son a menudo irregulares, y que muchos trabajadores del transporte tienen que hacer frente a largas ausencias de casa.

Bravo, ya hemos descubierto la cuadratura del círculo. A partir de aquí sólo cabe preguntarse ¿Le han hecho falta de verdad 6 meses a la comisaria de transportes para darse cuenta de los horarios de los transportistas?.

Pues parece ser que si, parece ser que a la comisaria le han hecho falta más de 6 meses para darse cuenta de que esto es una de las muchas que le pasan al transporte por carretera.
Quizás si el comisario europeo fuera un especialista en el tema, además sabría que posiblemente no hay trabajo más ingrato y más sacrificado para la gente que vive para él.

Le han hecho falta varios meses para ver que los transportistas tienen horarios muy irregulares y que en la mayoría de las ocasiones este horario provoca que no puedan descansar en sus casas, y que por tanto estén ausentes del lado de sus seres queridos en muchos momentos importantes de sus vidas.

Y si, es cierto que al parecer por sus declaraciones la comisaria europea se ha dado cuenta del mal horario, pero en ningún caso habla aunque le corresponde hacerlo, de una reforma a nivel europeo de las directivas y reglamentos que afectan a los transportistas, para a través de ellos modificar, que se hagan que las jornadas sean mucho más regulares.

Menos aun habla de la vuelta a casa, lo que debiera ser una obligatoriedad, que los transportistas realizasen sus viajes y una vez terminados sus descansos reducidos, normales o extendidos que les puedan corresponder durante el mes, en casa y con sus familias.

Tampoco habla en ningún momento Violeta Bulc, es de las inseguridades y de los peligros a que están expuestos en muchísimos casos los transportistas, ya sea en las aéreas de servicio de autopistas de pago, ya sea en polígonos industriales, o zonas de descanso de mala muerte, donde están a merced de que les puedan robar la carga o a ellos, o puedan sufrir ataques personales por parte de los muchísimos desalmados que pueden encontrar en cualquier lugar de Europa.

Otra de las cosas que sorprende en las declaraciones de Comisaria de Transportes es su intención de acogerse a medidas para rejuvenecer el sector del transporte, aplicando políticas para que existan conductores más jóvenes.

La intención en un político es algo que se le supone, pero en este caso hay que tener en cuenta que el sector no es nada atractivo para la gente joven, porque entre otras cosas la gente joven no está como estaban sus padres a vivir para trabajar, no está muy por la labor de estar de forma continua y continuada soportando las impertinencias del primer mozo de almacén que se encuentren en su camino, y esto es a diario, no está por la labor de que gracias a un aparatito que se llama tacógrafo le digan que tiene que parar a dormir por ejemplo a las 12 del medio día de un mes de Agosto en tierras cordobesas, por ejemplo. Y ya no digo nada del continuo acoso de las fuerzas policiales de cualquier país de la comunidad europea.

En ningún momento habla de medidas concretas sino de intenciones, de intenciones vacías de contenido, ya que en el momento los jóvenes se dan cuenta que subirse a lomos de un camión les puede llevar a la perdida de momentos con su familia, de unos horarios draconianos y de un trabajo en el que las noches pueden ser las más largas que han conocido, se decantan y en consecuencia por cualquier otro oficio que les deje vivir su vida, y poder estar al lado de los suyos en los momentos más importantes, prima y primará sobre cualquier otra consideración.

Ya va siendo hora y aunque ahora no lo veamos porque puede estar muy lejos, el mundo del transporte está en serio peligro, las nuevas generaciones no quieren subirse encima del camión para sólo vivir por y para él, con la seguridad además que a partir de ese momento es como si perteneciese a una casta inferior, al que nunca se le va a reconocer nada de lo mucho que todos los días va a hacer por la sociedad.

La única solución viable es una reforma en profundidad de la normativa europea, que a su vez le devuelva la dignidad que se le ha robado, de lo contrario y a la larga todo el sector acabara teniendo un carácter residual, que solo encontrará trabajadores que de forma coyuntural y solo por la necesidad de trabajar y no por vocación, estén un tiempo en el sector.

En fin, buscar el binomio camión – juventud, no se antoja nada sencillo.

 

Xabi Jiménez. Periodista. Ganador de la III edición del Certamen #TuitrelatoHN. Categoría El Puig.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí