Descubren en la Iglesia Jesuitas de València el pavimento completo de la ampliación de 1915

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La restauración integral de la Iglesia Jesuitas Valencia sigue ofreciendo infinidad de descubrimientos de gran valor desde el punto de vista histórico y artístico en una nueva fase en el proceso dirigido a recuperar toda su belleza y a acomodar el edificio a las nuevas necesidades. En este sentido, se han levantado las baldosas hidráulicas de la nave principal con el objetivo de proceder a la instalación de un suelo radiante que ayudará a calentar el templo durante los días más fríos.

El proceso se está desarrollando con el máximo cuidado para evitar la rotura del pavimento actual, que se volverá a instalar una vez se haya concluido la climatización de la iglesia.

A propósito de este levantamiento del suelo, se han descubierto algunas evidencias que modifican las informaciones de las diferentes fases de construcción que se tenían hasta la fecha. Víctor Algarra, responsable del apartado arqueológico de la intervención, nos ayuda a comprender que “los elementos que hemos encontrado al levantar el pavimento actual modifican un poco la historia de la iglesia y clarifican algunas dudas que podíamos tener”.

Se ha puesto de relevancia un gran pavimento de ladrillos en forma de espiga que va desde el altar mayor hasta casi el coro. “Ese pavimento”, explica el arqueólogo, “queda interrumpido por una línea transversal de pilastras y el muro que formaba el cierre originario de la iglesia”. Este hecho ayuda a situar cada una de las fases de ampliación, y además permite reconstruir cómo debían ser las primeras entradas del templo. “Pensamos que debía tener tres puertas puesto que son evidentes los agujeros para las batientes de madera”, afirma Víctor Algarra.

Dimensiones mayores de las esperadas

Una vez superada dicha línea que marca el muro originario, continúa el suelo de ladrillos en forma de espiga hacia los pies de la iglesia, lo que constituiría el nártex de la ampliación realizada en 1915. “Este descubrimiento deja más claras las dimensiones que tendría el edificio antes de su última ampliación a principios de los años 40, y esas nuevas dimensiones son mayores de lo que se pensaba en un principio” confirma el responsable de arqueología de la Iglesia Jesuitas Valencia.

Durante la ampliación realizada sobre el edificio entre 1941 y 1943, en la que se instalaron las actuales baldosas hidráulicas, se colocó bajo las mismas una losa de hormigón que se sitúa bajo el coro y llega hasta la fachada.

El análisis del pavimento que ha quedado a la vista también añade información sobre unos pequeños agujeros que se utilizaban para el anclaje de un ‘Monumento’ portátil que se instalaba durante las celebraciones del Jueves Santo.

Además, se ha constatado bajo el pavimento la presencia de un hueco importante cerca del colateral este y en el inicio del nártex que hará falta destapar por completo para comprobar qué oculta.

Todo este proceso se ha documentado minuciosamente mediante una técnica conocida como fotogrametría que permite hacer una buena representación gráfica de todo el suelo y facilita la elaboración de un plano con toda la planta de la iglesia. Una vez se tenga una completa representación del espacio se podrá empezar a profundizar en las diferentes capas del suelo.

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