Esta mañana, la asociación vecinal Cuidem Cabanyal-Canyamelar ha presentado telemáticamente en la web de la oficina del Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana un escrito con diez quejas relacionadas con el plan urbanístico municipal en tramitación para el Cabanyal-Canyamelar-Cap de França, el PEC. Cuidem pide al Síndic su intervención para proteger los derechos de los centenares de vecinos y vecinas formularon unas extensas y elaboradas alegaciones al PEC durante los dos periodos de exposición pública que ha experimentado el polémico plan urbanístico durante su tramitación.
Las dos quejas que encabezan el escrito denuncian tanto las graves deficiencias del obligatorio proceso de participación vecinal previo a la redacción de la primera versión del plan, como la falta de respuesta del Ayuntamiento de València a las alegaciones presentadas por cerca de 1.2000 vecinos y vecinas en abril de 2019, durante la primera exposición pública del PEC, y por más de 400 durante el segundo periodo de exposición en junio de 2020, más corto y que es abrió durante la pasado Estado de Alarma.
Cuidem denuncia que en junio de 2020, los alegantes del primer periodo no recibieron ninguna respuesta razonada, formal y particular como obliga la ley, sino sólo una carta del Ayuntamiento de València simplemente anunciándoles la apertura del segundo período de exposición pública (en muchos casos, cuando el plazo estaba a punto de acabar), y que hoy por hoy no ha habido respuesta alguna tampoco a las segundas alegaciones.
El resto de las quejas repiten los argumentos ya desarrollados a las alegaciones colectivas: el “greenwashing” que supone la errónea contabilidad de las zonas verdes en el barrio que incluye calles de peatones y rotondas y la falta de adaptación del plan a la actual situación de emergencia climátic, la falta de medidas reales para frenar los procesos de 'turistificación' en curso en el barrio, el cuestionamiento de la necesidad de vivienda nueva teniendo en cuenta el gran número de viviendas vacías en el barrio (2750 entre privadas y públicas, más de un 20% del total según algunas estimaciones), la priorización de la regeneración, rehabilitación y reconstrucción antes que la nueva construcción, la consideración del barrio por su fachada marítima y abocarse a la industria hotelera y turística, la limitación máxima a tres alturas en todo el ámbito del PEC, la eliminación del planeamiento del proyecto de hotel de 15 alturas más centro comercial, entre otras cuestiones.
Mediante esta petición de intervención del Síndic de Greuges y las alegaciones colectivas con diferentes concejalías municipales. Cuidem Cabanyal-Canyamelar quiere dar voz a una parte significativa del vecindario del barrio que quiere reformular en profundidad el PEC para dotarlo de un cariz social, urbanístico, mediambiental y feminista.
Cuidem insiste en pedir que el Ayuntamiento no venda al negocio turístico la fachada marítima del barrio y se haga cargo del coste del plan urbanístico como forma de saldar la 'deuda histórica' que tiene con el barrio del Cabanyal por década de políticas de destrucción y abandono.
La asociación vecinal considera muy peligrosas las prisas por aprobar un planeamiento urbano que marcará la vida del barrio del Cabanyal-Canyamelar durante los próximos 30 años, y pide que se vuelva a abrir la participación del barrio en su modificación, dado que es prácticamente imposible que vuelva el anterior planeamiento, el PEPRI y su prolongación de la Av. Blasco Ibáñez, ya muerto y enterrado social, jurídica y políticamente, abandonado incluso por sus anteriores valedores.