El mayor desafío que las empresas tienen actualmente es lograr que las directrices indicadas por la directiva sean llevadas a cabo tal como se han planeado. Los mandos medios son los que están encargados de permitir que esto suceda y que el nivel operativo sea quien ejecute la acción final. En varias oportunidades estos mandos medios no tienen las competencias o capacidades necesarias para ejercer dicha función de manera efectiva, lo que conlleva a que los objetivos no sean logrados. Por lo tanto, es importante conocer este artículo en profundidad para entender cuáles son las habilidades blandas más demandadas en la actualidad.
¿Qué son las habilidades blandas?
Una habilidad es, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, una idoneidad o aptitud para realizar una actividad determinada. Estas pueden ser divididas en laborales y personales, en el aspecto laboral, son aquellas habilidades, virtudes o fortalezas que permiten a una persona desarrollar su trabajo de una manera más profesional.
Las habilidades blandas o soft skills son aquellas que posee un individuo y que puede utilizar en cualquier campo en el que se desempeñe y le permiten interactuar con otras personas. Este concepto juega un papel relevante al momento de elegir la empresa en la cual trabajar, cada año la revista estadounidense Fortune hace publicaciones fundamentales sobre el ranking de las compañías más prestigiosas del mundo.
Y entre los aspectos que destacan no solamente destacan la estructura organizativa, la eficiencia de los procesos o la solidez financiera, sino que se ubica en las habilidades blandas que tiene, tales como, la capacidad para atender los deseos de los consumidores o innovar. Son recursos intangibles. Pero pueden llegar a marcar la diferencia en un mercado tan competitivo.
Diferencias entre las habilidades blandas y duras
Las habilidades duras son aquellas que se pueden cuantificar, generalmente se aprenden en el entorno de aprendizaje por medio de libros o cualquier material de capacitación, o en el puesto laboral. Este tipo de habilidades son enumeradas en la carta de presentación y currículum vitae y se pueden identificar fácilmente por un reclutador o empleador, estas son:
Digitando rápido.
Máquina de operación.
Programación de computadoras.
Título o certificado.
Manejo de un idioma extranjero.
Por su parte, las habilidades blandas son subjetivas y más complicadas de cuantificar. Son conocidos como habilidades personales o interpersonales y están relacionadas con la manera de establecer comunicación con otras personas.
A diferencia de las habilidades duras, es complicado señalar evidencia específica para demostrar que se poseen. Si un reclutador busca a alguien que conozca un lenguaje de programación, solamente bastará mencionar la cualificación en clase o un certificado que indique que creó un lenguaje.
Pero, si hay herramientas que indiquen que un individuo tiene una ética laboral o habilidades blandas, tal como el diagnóstico de competencias individuales o a nivel empresarial.
Habilidades blandas más solicitadas en la actualidad
Las habilidades blandas son cualidades personales, ser alguien lleno de energía y con la capacidad de generar ambientes laborales agradables o productivos en la oficina constituye una soft skill que muchas empresas consideran. Pero, con el paso del tiempo, los grandes cambios registrados en el mundo laboral han causado la necesidad de desarrollar determinadas competencias, sobre todo aquellas adaptadas para atender contextos más fluidos, digitales y flexibles.
De acuerdo con Christian Conde, creador de Conde Conferences, las habilidades blandas más requeridas son:
Comunicación y escucha activa: un líder puede aumentar la productividad si conoce los mecanismos para comunicarse con sus compañeros. Tener buena comunicación con el equipo de trabajo es importante, conocer cómo comunicar las ideas y recibir la de los colaboradores es fundamental.
Liderazgo: dirigir a un equipo no es una labor sencilla, no solamente hay que dar instrucciones, sino ir más allá. Hay que motivar al equipo de trabajo y conseguir aumentar su rendimiento al máximo.
Planificación y gestión del tiempo: la correcta planificación de las labores diarias y la organización óptima ayuda a que el tiempo pueda ser suficiente para hacer las actividades correspondientes.
Trabajar en equipo: la unión es la fuerza, conocer como trabajar en equipo es clave en la actualidad para todas las personas. Si los integrantes de un equipo son individualistas será muy difícil conseguir los objetivos empresariales.
Flexibilidad: en el equipo se necesitan colaboradores que puedan ser flexibles, adaptarse a los cambios que se susciten y conservar la organización en todo momento.
Toma de decisiones: la toma de decisiones es algo importante en la vida cotidiana de las personas, ya sea a nivel personal o profesional. Es necesario tener colaboradores que puedan solucionar problemas, que puedan tomar la decisión correcta a pesar de estar en momentos de estrés o complicados.
Orientación a resultados: se trata de dirigir cada una de las acciones de una compañía para lograr una meta. Los colaboradores tienen que conocer las metas y objetivos empresariales para saber a lo que deben llegar y sentirse más comprometidos.
Negociación: es la aptitud para llegar a un acuerdo entre dos o más partes. Los líderes deben conocer que hay alternativas que benefician a los involucrados.
Ser un líder no es solamente hacer que la gente realice las actividades que se le solicitan. También, significa ayudar e inspirar a otros a llegar a su máximo potencial, generar compromiso, apoyar cuando se vea a un colaborador de trabajo necesitado, poder mediar y ser observador crítico para entender mejor lo que se necesita mejorar en el entorno laboral.
