Adiós al lumbago

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Hay múltiples causas de las inflamaciones y dolencias en la región del sacro como puede ser una lesión, posturas inadecuadas y repetitivas de los trabajadores que pasan todo el día frente al ordenador sin detenerse o de los usuarios que caminan o trotan de forma incorrecta. El síndrome de Disfunción Sacroilíaca ahora puede ser tratado sin necesidad de una cirugía abierta y sin los riesgos de sufrir complicaciones.

El diagnóstico oportuno del médico determinará cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso en particular.

Fusión sacroilíaca sin intervenciones traumáticas

En la vida diaria, las personas suelen sentir un dolor en la zona baja de su espalda pero lo ignoran o simplemente ingieren una analgésico que les calma temporalmente. Sin embargo, este tipo de dolencia es muy frecuente y es posible de que se trate del Síndrome de Disfunción Sacroilíaca o un bloqueo de la articulación o hipermovilidad de los ligamentos que vienen acompañados de un dolor leve o agudo según el grado del funcionamiento inadecuado del sacro y el ilíaco de la pelvis.

Para tratar esta dolencia hay algunos métodos más traumáticos que otros. Sin embargo, recientemente se ha popularizado la cirugía de la fusión sacroilíaca menos dolorosa y con resultados más óptimos que las intervenciones tradicionales. El Dr. Jose Fco. Lizón ha desarrollado la técnica de introducir los implantes triangulares de metal trabecular percutánea para lograr la fusión sacroilíaca sin los efectos secundarios de sangrados y dolores postoperatorios. En la cirugía tradicional, se realiza una abertura en la zona lumbar para colocar los tornillos entre el ilíaco y sacro junto al injerto óseo. No obstante, por tratarse de una operación abierta existen los riesgos de complicaciones severas.

Una dolencia más común de lo que parece

Todas las personas pueden sufrir en un momento de sus vidas este síndrome. Entre el 15% y 30% la población mundial sufren de los dolores de espalda y en varios casos no son diagnosticados oportunamente lo que causa el empeoramiento de la dolencia con el paso del tiempo. En usuarios que caminan de una manera inadecuada, su hueso sacro recibe golpes constantes que lo deterioran. También se ha determinado que la diferencia de centímetros entre una pierna y la otra también puede ser una causa importante.

Los atletas profesionales tras sufrir caídas o traumatismos también tienen el riesgo de padecer de Disfunción Sacroilíaca y cualquier paciente, independientemente de condición física, se le puede presentar este problema por el desgaste de los huesos producto de la vejez. En www.infoespalda.es se encuentran informes más detallados sobre los últimos tratamientos para tratar esta condición.

No todos los casos necesitan de cirugía. El médico tras el diagnóstico determina y propone ciertos tratamientos que pueden combinarse como ejercicios físicos para corregir las posturas incorrectas al realizar determinada disciplina deportiva, la movilización de articulaciones y músculos de manos expertas de quiroprácticos, inyecciones de cortisona para desinflamar y la aplicación de la rizólisis sacroilíaca para anular el nervio que conecta el sacro al cerebro.

Si tras haber probado con estos tratamientos y no hay mejora, el especializa determina junto con el paciente que la cirugía es la mejor opción.

Alivio del dolor

En comparación con los tratamientos tradicionales, la fusión de la articulación sacroilíaca percutánea mejora el dolor en los pacientes. Incluso, aquéllos a los que se les realiza el seguimiento después de 2 años, el alivio es evidente. El 82 % de los usuarios tratados con esta nueva técnica tiene una mejoría de 2,5 puntos en la Escala Visual Analógica (EVA) en comparación con el 47 % de los pacientes a los que se les practicó la cirugía abierta. Los resultados demuestran que este tratamiento reduce significamente las hemorragias, el tratamiento postoperatorio y el tiempo de hospitalización.

Es el momento de despedirse de los terribles dolores en la espalda que afectan el libre desarrollo de las personas en sus funciones diarias. Para aquellos que temen una cirugía abierta, la fusión sacroilíaca puede ser la alternativa más aconsejable según las indicaciones de cada médico porque cada caso es especial. Algunos pacientes requieren la ingesta de ciertos analgésicos después de la intervención.

Es aconsejable que en todo momento el paciente sepa el estado de su síndrome, que esté informado sobre los procedimientos del tratamientos y que reciba las indicaciones de higiene, movilización y seguridad para una recuperación más saludable.

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