Solo el 11% de los vecinos que votaron en la encuesta municipal sobre los aparcamientos en el Caminàs apoya la actuación

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La encuesta sobre el Caminás publicada en la web municipal revela las numerosas dudas de los vecinos acerca de la obra subvencionada por la Diputación de Valencia para ampliar las plazas de aparcamiento en el Caminás: si la calzada queda estrecha, si falta el carril bici, si se va a cortar un sentido del tráfico… Tanto que solo un 10% aprueba el proyecto porque hacen falta plazas de aparcamiento y otro 1% lo apoya porque no lo paga el Ayuntamiento.
Los porcentajes son significativos. De los vecinos que han votado en la encuesta ¿Qué opinas de las obras de ampliación de aparcamientos en el Caminas?, más de un 47% opina que la calzada queda muy estrecha, casi un 28% se pregunta por qué no se ha incluido un carril bici, el 10% aprueba el proyecto porque hacen falta plazas de aparcamiento, un 9% se queja de las molestias que ha generado la obra, apenas un 5% apuesta por crear más zonas de aparcamiento en otros barrios y únicamente el 1% apoya la actuación porque no supone ningún coste para el ayuntamiento, ya que lo paga la Diputación de Valencia.

Para intentar responder a tantas dudas conversamos con el concejal de urbanismo, Chimo Galcerá:
Ha generado polémica la actuación, sobre todo por el ancho de la calzada final.
―El Caminás ha sido utilizado durante muchos años como ronda “provisional”, sin tener las características de seguridad y de diseño para ello. Y deja de serlo para convertirse en una avenida más del casco urbano, que de momento será de doble dirección y que es posible que a medio plazo quede de un solo sentido.

¿Pero habrá alternativa para el tráfico en dos direcciones?
―Lógicamente este cambio irá unido a la finalización de la nueva ronda Mercé Rodoreda; mientras, el Caminás seguirá siendo de dos direcciones. De todas formas, no es una calle estrecha: la calzada del Caminás tiene un anchura de 5, 85 metros, ancho suficiente para la normal circulación y cruce de toda clase de vehículos, de hecho es una calzada más amplia que la mayoría de calles de la población.

Siguiendo con la encuesta, muchos se preguntan por qué no se ha aprovechado esta actuación para crear un carril bici.
―Cada día más se incrementa el uso de la bicicleta como transporte para el trabajo, el ocio o el simple paseo. Vamos a potenciar la creación de más kilómetros de carril bici, de hecho, está prevista la ampliación del carril bici desde el casco urbano hasta la playa, con la ejecución de las obras del Camí La Mar a cargo de la Generalitat Valenciana, dentro del Plan Confianza. En este momento se estudia por dónde discurrirá dentro del casco urbano, hasta enlazar con el Camí Mangraners y urbanizaciones.

¿Es posible trazarlo por el Caminás?
―Es difícil que pueda ir por ahí porque al llegar al túnel de la Renfe no hay ancho suficiente y ahí tendría que finalizar. Una alternativa es usar la futura ronda sur, la avenida Mercé Rodoreda, lo que permitiría enlazar en su momento con la rotonda sobre el barranco y hacer una circunvalación sur por el casco urbano, frente al instituto, la avenida Corts Valencianes y el camí Mangraners hasta las urbanizaciones. Parte de este trazado entre el instituto y las urbanizaciones ya existe, el problema está sobre todo en el interior del casco urbano.

¿Han sido unas obras especialmente molestas?
―Cualquier obra es molesta, tanto para los vecinos como para los viandantes y los conductores. Hay que tener en cuenta que ha durado unos dos meses y será para toda la vida. Sólo en momentos puntuales se ha inhabilitado un carril, siempre ha habido uno abierto.

Exactamente, ¿cuál ha sido el objetivo de la obra?
―¿Por qué se ha hecho la obra? Es fácil, en esta época en que todos queremos disponer de aparcamientos suficientes, evidentemente cerca de nuestros domicilios, hace falta crear zonas de parking. Con esta obra se consigue un aumento de 26 plazas de aparcamiento en el Caminás, de ellas 5 para minusválidos.

Sin embargo, apenas un 5% apuesta por crear aparcamientos en otros barrios.
―Hacen falta más aparcamientos en otras zonas, de eso no cabe duda. Este gobierno se ha encontrado con unos planes parciales y unos desarrollos urbanísticos de difícil entendimiento para los vecinos. En muchas zonas de la población, como La Barraca, Antigons, Mas del Bombo, Clara Campoamor y otras, la circulación y aparcamiento de vehículos están restringidos sólo a los vecinos, con lo que se hace complicado tanto acceder como aparcar. Son complicadas de entender esas zonas que ni son peatonales del todo ni permiten aparcar.

¿Cuál es la solución para estos barrios?
―Vamos a estudiar medidas para dar soluciones integrales a dichas zonas. No podemos ir con propuestas y soluciones a la carta, porque lo que gusta a unos incomoda a otros. Además, en algunas calles, como Mallaeta, ya se están eliminando alcorques y árboles molestos que levantaban las aceras, perjudicaban a las viviendas anexas y reducían el espacio para aparcar. Luego ya estamos trabajando en medidas correctoras en algunos puntos.

¿Es verdad que las obras no han costado dinero al ayuntamiento?
―No es exacto del todo. Las obras del Caminás están incluidas en los Planes Provinciales de Obras y Servicios de 2011, con lo que el coste para el ayuntamiento es del 5% del total de las obras: es decir, si la creación de aparcamientos y señalización ha tenido un coste total de 68.000 euros, la Diputación de Valencia paga 64.500 y sólo 3.500 van a cargo del Ayuntamiento de Puçol, aproximadamente.

Una última queja, que no estaba en la encuesta: han llegado mails de los vecinos a la web municipal quejándose de que las líneas están mal pintadas porque no favorecen el aparcamiento de los coches que circulan en dirección a la playa.
―Eso es así porque estamos ante la primera obra donde damos prioridad a la seguridad a la hora de diseñar los aparcamientos. Las líneas no se han pintado “al revés”, como nos han manifestado algunos vecinos, sino que el diseño de las plazas de parking exige que los coches aparquen hacia atrás, lo que supone dos ventajas importantes: primero, a la hora de incorporarse nuevamente al tráfico saldrán de cara, lo que favorece la visibilidad del conductor; segundo, a la hora de aparcar la apertura de las puertas impide que los pasajeros, sobre todo los más pequeños, puedan salir hacia el Caminás, ya que las puertas les tapan la salida, y han de dirigirse obligatoriamente hacia la acera.

Prevenir antes que curar.
―Efectivamente, los conductores tienen fácil aparcar simplemente señalizando con las luces la maniobra, pero salir sería mucho más complicado si lo hicieran hacia atrás, porque no verían y tendrían que invadir el carril. Una maniobra peligrosa. Y ha habido algún reciente accidente al salir niños de coches aparcados, lo que nos ha llevado a tomar esta medida para evitar que los pasajeros salgan del coche hacia la calzada: han de ir hacia la acera. Es una medida de seguridad que sin duda entenderán todos los vecinos.

La próxima encuesta, en abril, se centra en otro tema de actualidad: el apagado de parte del alumbrado público en distintas zonas de los polígonos, la playa y el casco urbano. Para unos, una medida de ahorro; para otros, quizá pone en peligro la seguridad de los vecinos al quedar zonas oscuras. Las votaciones comienzan el viernes 30 de marzo y se prolongarán hasta finales de abril, en www.puçol.es.

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