El desgaste de los discos de freno es algo completamente natural y una consecuencia indirecta del paso del tiempo. Cuando ocurre, basta con recurrir a un mecánico y a un proveedor especializado como DAPARTO y someter el vehículo a una renovación. No obstante, existen algunos indicios que pueden revelarnos que algo no funciona bien. Cuando los discos de freno se desgastan más de lo habitual o lo hacen a una velocidad superior a la esperada con toda seguridad existe algún tipo de problema que debe solucionarse.
No siempre tiene por qué ser un problema mecánico (aunque son bastante habituales), sino que puede tratarse de una cuestión de hábitos o malas prácticas en la conducción. A veces, son la causa primaria y es generada directamente por parte del conductor y de no corregirse puede derivar en problemas mecánicos más o menos graves.
A continuación, te hablamos de algunas de las causas más habituales de este tipo de desgastes y algunos de los síntomas y averías más frecuentes. ¡Toma nota!
¿Cuáles son las causas más habituales?
Existen muchos factores que pueden influir en el desgaste prematuro de los discos de freno. Algunas de las causas más frecuentes son:
- Materiales de gama baja: Aquellos que presentan una calidad baja y que están expuestos de forma constante al efecto de la fricción como, por ejemplo, ocurre con las pastillas o los discos de freno, tienden a sufrir un proceso de deterioro más rápido y acentuado.
- Malos hábitos de conducción: ¿Estás habituado a atravesar trayectos complejos o difíciles? Si de forma habitual utilizas tu vehículo para circular por este tipo de entornos y, además tienes el hábito de utilizar los frenos de forma intensiva, lo más probable es que los discos acaben desgastándose de una forma más rápida. No obstante, esto no tiene que ver siempre con el tipo de trayectos o vías que solamos transitar. En realidad, se trata de un estilo personal a la hora de circular por la vía. En general, aquellos conductores que tienden a hacer un uso intensivo de los frenos cuentan con vehículos (y discos de frenos) mucho más resentidos.
- Bloqueo de las pinzas en el disco: El proceso de desgaste puede verse multiplicado cuando se producen anomalías en el funcionamiento de los componentes. Las pinzas de freno son uno de los elementos que más tiende a bloquearse. Las razones por las que esto ocurre son bastante variadas. Desde la entrada o penetración de suciedad, hasta la existencia de burbujas de aire dentro del circuito o incluso debido a una mala reparación previa.
- Daño colateral ocasionado por otro problema de fondo: Esto también tiende a ocurrir con relativa frecuencia, especialmente debido a presiones residuales generadas por anomalías en el servofreno, los pedales o la bomba de freno.
Indicios de que algo no va bien
Vibraciones en el pedal
Una vibración de pedal puede ser un indicio de que nuestros discos de freno están desgastados. No obstante, es importante descartar otras posibles causas. Por ejemplo, si el ABS está activado, lo más probable es que se trata de un indicativo de que el bloqueo de ruedas está desactivado para permitir las frenadas de emergencia. Además, también es posible que la vibración sea producto de un desgaste de los rodamientos o de fallos en la alineación de las ruedas del vehículo. En cualquier caso, como puedes ver, percibir una vibración en el pedal puede ser un indicador de que algo no está bien por lo que, en cualquier caso, lo más aconsejable es acudir a un taller mecánico especializado para que ratifique su diagnóstico.
Chirrido o sonido agudo al presionar el pedal
¿Al pisar sobre el pedal de freno se oye un chirrido agudo? De ser así, lo más probable es que se deba a la presencia de partículas de polvo metálico, pequeños trozos de piedra provenientes del exterior que se han introducido dentro de la estructura del vehículo o hasta fragmentos de la propia pastilla de frenos si ésta es de mala calidad. Cuando este tipo de componentes establecen contacto con los discos de freno se genera este tipo de chirridos.
Por otro lado, también cabe la posibilidad de que las pastillas se hayan desgastado hasta su límite y, por lo tanto, su pieza metálica haya comenzado a friccionar con el disco acelerando su proceso de desgaste. En estos casos es importante actuar tan pronto como sea posible porque, de no hacerlo, podría acabar generándole daños irreparables que sólo podrían solucionarse a partir de una sustitución integral.
¿El sonido se manifiesta de forma rítmica incluso cuando no pisas el pedal de freno? Entonces lo más probable es que sea una consecuencia directa de que los discos se han alabeado.
Minimización de la capacidad de frenada
Si detectas algún tipo de alteración o anormalidad en el funcionamiento de los frenos en condiciones normales de conducción, cabe la posibilidad de que se trate del fenómeno fading.
Cuando hablamos de fading nos referimos a unos hábitos de conducción que tienden a ser agresivos. Cuando los discos de freno sobrepasan el rango de temperatura apropiado debido a unos hábitos de uso intensivos (es decir, el conductor emplea malas prácticas durante sus desplazamientos o utiliza el vehículo demasiadas horas al día), lo más probable es que acaben perdiendo capacidad de adherencia y de frenada.
Recorrido del pedal cada vez mayor
Es posible que tu coche funcione correctamente a la hora de hacer frenadas, no obstante, si el recorrido que debe hacerse al pisar el pedal es cada vez más amplio del habitual, lo más probable es que exista un problema de fondo. Si para que tu coche frene adecuada necesitas hacer una pisada a fondo casi con total seguridad se debe a un desgaste de los discos de freno o bien de las pastillas de freno.
