La barrera idiomática o las limitaciones auditivas suponen, para muchas personas, la incapacidad de comunicarse con una gran parte de la población. Por eso, la empresaria valenciana, Cristina Zarzo, decidió derribar estas barreras en su nuevo proyecto: Cera Center, un innovador centro de estética que el ya el primer negocio de este tipo digitalizado del mundo.
Los usuarios disponen de una terminal digital ubicada a la entrada del centro que utiliza un lenguaje táctil e intuitivo y permite eliminar la recepción habitual donde normalmente es una persona la que atiende al cliente. En Cera Center, el cliente realiza la experiencia de compra a través de los diferentes iconos que le aparecen en las diferentes pantallas por las que el propio programa le va guiando. Cuando finaliza y antes de pagar, la propia máquina le indica el tiempo de espera que le queda y, posteriormente, se realiza la compra con tarjeta o en efectivo.
Toda esta información llega al dispositivo móvil de las esteticistas, que son las que se encargarán de ir a buscar al cliente a la sala de espera cuando llegue su turno y de realizarle los tratamientos seleccionados por el cliente.
Este nuevo sistema, además de llegar a todo el mundo, propicia el ahorro de costes y, por tanto, deriva en el precio final del servicio y agiliza los tiempos y, “todo ello, ofreciendo un servicio de primera calidad donde el cliente en todo momento sabe la duración del tratamiento, y con la utilización de productos ecológicos de gran calidad, 100 % naturales”.
“En definitiva, se trata de un nuevo concepto de negocio de gran calidad, que se ha adaptado a las nuevas tecnologías para lograr una optimización de los recursos y ofrecer de este modo una experiencia de compra satisfactoria y ajustada no sólo a todos los bolsillos, sino también a todas las necesidades. Una revolución en el mundo de la estética”, aseguran desde la empresa.
