Los autores del libro Gamechanger, presentaron en el Ateneo Mercantil de Valencia las claves de la máquina prodigio del Ajedrez, que utiliza Inteligencia Artificial para aprender de sus propias partidas y que puede servir para solucionar problemas de otros ámbitos para los que no alcanza la mente humana.
A AlphaZero le enseñaron los movimientos de las piezas de ajedrez y sólo necesitó 9 horas para aprender a jugar hasta convertirse en una máquina muy superior a cualquier mente humana o incluso otros programas avanzados. Lo hizo jugando nada menos que 44 millones de partidas en esas 9 horas y aprendiendo de sus propios errores.
Matthew Sadler y Natasha Regan, ambos maestros internacionales de ajedrez, son las únicas personas ajenas a Deepmind, división de Google propietaria de AlphaZero, a las que se les ha permitido acceder a la evolución de esta máquina para la edición del libro Gamechanger. Ayer explicaron sus conclusiones, como invitados a un taller de Ajedrez y Pensamiento Estratégico organizado por la Universitat de Valencia, Facultad de Economía en colaboración con el Club de Innovación y Empresa del Ateneo Mercantil de Valencia y Expoforum Valencia 2019. Figuras como Paco Vallejo y Miguel Illescas, mejores jugadores de la historia del Ajedrez en España, se han dado cita también en este encuentro. Expoforum Valencia 2019 es un evento organizado por la Fundación del Ateneo Mercantil que durante 4 meses ha puesto en valor las señas de entidad valencianas con la participación de más de 40 instituciones y colegios profesionales como la Universitat de València.
Sadler define Alphazero como un “algoritmo de inteligencia artificial capaz de aprender a jugar por sí mismo, hasta convertirse en un jugador que parece llegado del futuro, capaz de aplicar estrategias nuevas, evolucionando y perfeccionando al mismo tiempo otras que ya eran conocidas”. Para Sadler esto puede servir como “ayuda e inspiración a otros jugadores, pero es mucho más que eso”. Indica Sadler que “cuando tuvimos acceso a la máquina, lo maravilloso sucedió. Juega como siempre hemos soñado hacerlo. En ocasiones repetía jugadas en partidas distintas, seguía patrones, sacrificando piezas pensando a largo plazo. De cada 100 partidas que analizamos había 70 u 80 prodigiosas. Supuso asistir a un nivel de ajedrez nunca contemplado. Hay partes intuitivas, otras son pura estrategia, pero podemos aprender mucho de estas máquinas”.
Por otro lado, AlphaZero es un experimento de ciencia y su propósito es acelerar el propio entendimiento de la ciencia. “Ha aprendido mucho de los juegos y es ya una herramienta capaz de aplicarse a todo tipo de ámbitos y explotar su potencial en el mundo real en campos tan dispares como la medicina, la ingeniería, finanzas o medios de transporte.
Sin embargo, los autores del libro confiesan que Alphazero no es perfecta. “Si cambiamos una sola regla del Ajedrez, Alphazero lo entendería cómo un juego nuevo, necesitaría volver a entrenar, repetir el proceso de entrenamiento. Sin embargo, dado que sólo le llevaría 9 horas, volverse un competidor muy muy fuerte, esto no supone un gran problema”, indica Natasha Regan.
Algunos jugadores presentes ayer en sala se preguntaban si Alphazero está próximo a resolver el misterio del ajedrez en términos científicos. Para Sadler “sigue habiendo camino por delante antes de resolverlo. Los motores son muy potentes pero de pronto hay una mejora y todo cambia. Alphazero ha cometido errores por lo que hay cierto espacio para que entren otras técnicas, aún no estamos cerca de resolver el miesterio del Ajedrez, pero está muy cerca de ser tan buena que eso pueden que ya no importe”.
El responsable de GRECO. Grupo de Investigación en Competitividad, Estrategia e Innovación de la Facultad de Economía y Director del Taller, César Camisón, explica que “el Ajedrez es un espacio privilegiado para estudiar el enfrentamiento hombre-máquina, es un laboratorio. Para conocer cómo piensan las máquinas, cómo procesan la información y cómo pueden imitar el talento humano”. Para Camisón “AlphaZero es una máquina que se puede considerar inteligente, aunque hay debate abierto sobre eso. Busca imitar la forma en la que el ser humano toma decisiones. Por ello, en su evolución, se puede aplicar a la resolución de problemas complejos.” En el caso del Alzheimer, por ejemplo, ya se está estudiando el uso de inteligencia artificial para tratar de encontrar una cura y para ello el hombre, a día de hoy, no alcanza, pero con inteligencia artificial tal vez sí, enfatizó Camisón.
Mañana viernes 17 de mayo la actividad se traslada a la Universidad de Valencia, Facultad de Economía, dónde los propios autores del libro más jugadores de talla mundial impartirán diversas ponencias y analizarán tanto Alphazero como otras máquinas.