Los afectados por el soterramiento de las vías en Burjassot llevan su caso al Síndic de Greuges

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Hasta el cuatro ocasiones los vecinos afectados por el protocolo de soterramiento de las vías de Metro en Burjassot, que el pasado mes de octubre se constituyeron formalmente como asociación, han solicitado una reunión informativa con el equipo de Gobierno pero, ante la falta de respuesta, han decidido elevar su queja al Síndic de Greuges.
El problema de estos vecinos de las calles Lauri Volpi y Maestro Lope es que, en 2005, y en aras del futuro protocolo de soterramiento de las vías que suscribieron el Ayuntamiento y la Conselleria de Infraestructuras, sus viviendas quedaron delimitadas como zona de Afectación Ferroviaria.

Pero el Consistorio, pese a aprobar una modificación del PGOU para calificar la zona como tal, no informó, según denuncia la asociación, a los vecinos afectados y estos se enteraron “de casualidad” cuando uno de ellos solicitó una licencia de obra para actuar en su vivienda y el Ayuntamiento se la denegó alegando que como zona de afectación ferroviaria estaban a la espera de una expropiación y, por tanto, no podían realizar ninguna actuación que supusiera la conservación y alargamiento de la vida útil del edificio o un incremento del valor del inmueble.

Así, estos propietarios llevan cinco años sin poder realizar obras básicas de conservación o mejora de sus viviendas y, tampoco, alquilar ni las viviendas ni los bajos comerciales que algunos poseen con el evidente perjuicio económico que acarrea. Y, además, consideran que el impedimento de acometer obras origina una pérdida gradual de las condiciones de habitabilidad, salubridad y seguridad.

A día de hoy, el equipo de Gobierno aún no ha explicado a estos vecinos cuál fue la motivación para calificar sus viviendas como zona de afectación ferroviaria ya que, según argumentan en su escrito dirigido al Síndic, “las edificaciones se hallan situadas en el exterior de la zona de intervención y ubicación de las vías y equipamientos correspondientes”.

Sin apoyo de las AAVV

Además de la falta de información por parte del Ayuntamiento, este colectivo ha denunciado públicamente la falta de apoyo e, incluso, de comprensión que han recibido por parte del a Federación de Asociaciones de Vecinos presidida, precisamente, por la presidenta de la AVV de Lauri Volpi, Remedios Avia.

Para los afectados directamente por el soterramiento, “la Federación de AAVV no está adoptando la postura independiente y reivindicativa que le corresponde en defensa de los intereses de los vecinos”.

El colectivo asegura estar a favor del soterramiento de las vías pero no del modelo de cofinanciación entre municipios y Generalitat para realizar las obras ni tampoco de ninguna actuación que suponga la expropiación de viviendas o el deterioro de la huerta.

Por ello, exigen la búsqueda de soluciones para el soterramiento de las vías que supongan “el menor prejuicio posible, moral y económico, para los ciudadanos y vecinos afectados”. En ese sentido, plantean la posibilidad de que se retome un antiguo proyecto que utilizaba una tuneladora para abrir un camino al Metro por el centro del municipio (calle Colón, plaza de la Concordia y Pi i Margall) pero directamente por el subsuelo.

En su lucha para conseguir que se les escuche, además de al Síndic de Greuges también han remitido un escrito al director general de Transportes de la Conselleria de Infraestructuras, Vicente Dómine, exponiéndole su problemática e invitándole a hablar con los afectados para que conozca su “drama personal”. Asimismo, le solicitan que “en la medida de lo posible, se retirase la reserva de uso ferroviario” que impide a los vecinos disfrutar plenamente de sus viviendas.

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