El Ayuntamiento de Catarroja apostó, junto a los productores locales, y el Consejo Agrario Local por no quemar la paja del arroz este año, a pesar de que le correspondía esa posibilidad. Una iniciativa de la concejalía de Agricultura y Medio Ambiente que ha tratado de dar alternativas a la quema: entre ellas la puesta en marcha de los motores en los cercados, todavía en proceso, o el empacado de la paja del arroz en las llamadas partidas.
En cuanto al empacado de la paja del arroz, se puede decir que ha sido un éxito, puesto que en apenas un mes se ha recogido toda la paja de las partidas del Bony y Sequia Nova, generada después de la siega del arroz. Estaríamos hablando de 20.000 balas de paja de 20 kilos y 1.000 de 250 kilos, tal como ha recogido José Luis Vecino, responsable de equipo de 7 personas que han estado haciendo el trabajo en un tiempo récord, para poder embalsar los campos a tiempo por la perellonà y usos cinegéticos.
Toda esta paja de arroz recolectada ha servido para varios y variados proyectos innovadores, demostrando el acierto de apostar por su recolección, puesto que esta pasa de ser residuo a convertirse en materia prima con una segunda vida.
Entre los proyectos destacados se encuentra el previsto por la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente que ha destinado la paja de arroz recolectada en Catarroja para la repoblación de las zonas arrasadas por el fuego en el Incendio Forestal de Beneixama. Las propiedades de esta hacen que se mejoren las calidades del terreno de cara a una reforestación necesaria en las montañas valencianas. Las balas de paja fueron trasladas en helicóptero hasta la zona afectada.
En ese mismo sentido se ha trabajado en agricultura. Así pues, se ha usado la paja de arroz de Catarroja como fertilizante natural, que gracias a sus propiedades puede ayudar a la regeneración de la tierra de cultivo. También la paja del arroz ha sido reclamada por zonas de regadío con escasez de agua. De este modo, la paja de arroz se esparce junto al árbol y esta mantiene la humedad durante más tiempo, lo cual reduce la necesidad de riego.
Finalmente, dejando de lado las aplicaciones para la agricultura y la ganadería, hay que destacar que la paja del arroz se destinará a la construcción de una residencia de personas mayores en Rocafort como muro aislante de sonido.
En total han sido más de 100 proyectos, según explica José Luis Vecino, quien después de 6 años trabajando junto al Banco de Paja de Arroz demuestra que existe un gran interés por el producto y un amplio abanico de aplicaciones.
Puesta en marcha de los motores
En cuanto a la otra alternativa del proceso de recogida de la paja del arroz, la puesta en marcha de los motores, la concejala de Agricultura y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Catarroja, Elisa Gimeno, ha valorado como “tremendamente positiva” esta acción.
“En los próximos días, una vez finalizado el proceso y con las cifras de las analíticas y recogida de datos encima de la mesa, podremos hacer una valoración final del mismo, pero los estudios que se han realizado en el terreno son prometedores y nos indican que no se ha producido ningún tipo de perjuicio ambiental como las anoxias, por el contrario, el agua vertida a la Albufera ha sido de excepcional calidad, después de dejarla circular por los cerrados oxigenandose en el camino y mineralizando la paja depositada en los campos”, explica Gimeno.
Hay que recordar que esta alternativa tiene el valor añadido de recoger datos para su validación como buena práctica y para iniciar un camino de sustitución de los motores por otros más eficientes y alimentados por energías renovables.