La futura autopista entre Valencia y Utiel discurrirá paralela a las vías del AVE a su paso por l'Horta

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La Conselleria de Infraestructuras y Transportes presentó hoy la primera autopista en Europa que será en exclusiva para tráfico ligero, en el tramo entre Valencia y Utiel, que pretende captar un 12 por ciento de este tipo de vehículos en un tramo de 72 kilómetros, es alternativa a la autovía A-3 y que podría ser una realidad dentro de cinco años. La citada autovía discurrirá paralela a las vías del AVE a su paso por l'Horta.
El objetivo de esta nueva carretera es descongestionar la A-3, especialmente, en el entorno metropolitano de la capital valenciana, así como reducir los tiempos de recorrido entre Valencia y Madrid. El conseller de Infraestructuras y Transportes, Mario Flores, y el director general de Obras Públicas, Ismael Ferrer, presentaron hoy esta autopista que, "si despierta el interés de los empresarios, podría ser una realidad en unos cinco años", apuntó el conseller.

Así, precisó que, una vez planteado el proyecto por parte de la Conselleria, el siguiente paso será reunirse con las empresas concesionarias para "esperar sus sugerencias", ya que en el estudio de Infraestructuras se plantean varios trazados para que las compañías también puedan expresar sus preferencias, explicó. Una vez finalizados estos encuentros se sacaría un concurso, en el que será la propia administración la encargada de redactar tanto el proyecto básico como el constructivo.

Esta nueva autopista, la primera en Europa exclusiva para tráfico ligero -es decir, turismos, motocicletas y vehículos de transporte de no más de 3, 5 toneladas de peso-, supondrá un ahorro de costes sociales, que el conseller cifró en más de 10, 7 millones de euros, al año. En concreto, diariamente se ahorrarían más de 2.000 horas en desplazamientos; 5.200 litros de combustible cada día, y se evitarían las emisiones de 12 toneladas de CO2 al día.

En total, el presupuesto para la ejecución de las obras asciende a 450 millones de euros para un tramo de 72 kilómetros, que le costará al usuario 8, 6 euros, y por el que se estima que circularán 4.144 vehículos al día, lo que supone un 12 por ciento de captación de tráfico. La Conselleria presenta dos alternativas para el tramo entre Valencia y la CV-50, la sur y la norte.

Para la alternativa norte, el tramo entre Valencia y la A-7 se utilizaría por el 17 por ciento de vehículos, ya que de los 55.370 usuarios actuales, 9.500 optarían por el peaje; mientras que el tramo desde la A-7 hasta la CV-50 captaría el 30 por ciento del tráfico, ya que la autopista sería la opción elegida por 10.500 de los actuales 35.112 usuarios. En el caso, del recorrido hasta Utiel la captación es el mismo, 9 por ciento.

Las posibilidades que se plantean para la entrada a Valencia es por Archiduque Carlos, ampliando este puente cuatro carriles de cada calzada; crear una nueva variante por Picanya, paralela al AVE; enlazarlo con un falso túnel para salvar la zona urbanizable, y ampliar la CV-36 con calzadas laterales hasta el enlace con la A-7. Otra opción es un nuevo puente en la avenida Tres Forques, hasta Picanya.

Por su parte, la alternativa norte plantea la penetración a Valencia hasta el aeropuerto, lo que supone el cierre del distribuidor metropolitano al conectar las carreteras CV-365 y CV-33, que quedarían libres de peaje. Así, también se facilitaría la conexión con la nueva terminal del aeropuerto.

En el tramo entre la A-7 y la CV-50 se plantea la alternativa sur, más corta, fácil de construir y que discurre paralela al trazado del AVE; o la norte, que pasa por el norte de Loriguilla y permite un nuevo enlace para el circuito Ricardo Tormo en Cheste. Finalmente, para el último tramo, desde la CV-50 a Utiel prevé una variante en esta localidad que supondría un ahorro de 40 millones de euros al reducir los túneles y viaductos.

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