Global Omnium logra que el Acuario de Sevilla sea el primero del mundo que certifica su huella de carbono

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El pasado mes de noviembre, Eugenio Calabuig, presidente del grupo Global Omnium presentó el plan de acción empresarial para el Acuario de Sevilla,  en el que, además de proyectar un nuevo acuario con renovadas zonas expositivas y mejoras en eficiencia hidráulica y energética, expuso como uno de sus objetivos principales calcular la huella de carbono del centro, y anunció que sería el primer acuario del mundo en medir el impacto de su actividad en el calentamiento global.

La huella de carbono es el principal indicador medioambiental de una actividad, el indicador que permite cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero que son liberados a la atmósfera como consecuencia de una actividad determinada. En el caso del acuario hispalense se han verificado las actividades relacionadas con su funcionamiento diario, teniendo en cuenta las emisiones directas (combustión móvil y fija) e indirectas (consumo eléctrico o de consumibles como el papel, alimento de especies, compras cafetería, viajes de empresa, o productos vendidos de “merchandising”).

En el proceso del cálculo de la huella de carbono lo primero que se realizó fue un análisis en profundidad para conocer la organización, de forma que se identificaron los principales puntos de mejora tanto a nivel ambiental como económico. Tan sólo seis meses después de que Global Omnium comprase el Acuario, y gracias a la apuesta del grupo empresarial y al esfuerzo del equipo humano del acuario, se ha conseguido calcular, certificar y registrar la huella de carbono en el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Alta tecnología al servicio del medio ambiente

Para conseguir esta certificación se ha mejorado la eficiencia hidráulica y energética del Acuario. La alta tecnología en la gestión del agua que aporta el grupo Global Omnium se ha implementado en las áreas técnicas con el fin de controlar estos dos ratios indispensables, en busca del bienestar animal y de la disminución del consumo.

Para el Acuario de Sevilla supone un gran hito en su historia porque reafirma su compromiso con el medio ambiente. No sólo por la reducción de gases de efecto invernadero, sino porque al comunicar a los trabajadores el impacto sobre el cambio climático de su trabajo diario, se les dota de la información necesaria para que puedan adoptar criterios de compra y contratación verde.

La certificación de huella de carbono supone un impulso a su apuesta por la sostenibilidad, porque se ha calculado la huella de carbono por cada visitante, desarrollando así una actividad sostenible y sustentable en el tiempo.

Por último significa una clara mejora en su reputación empresarial, ya que se trata de un proyecto donde Global Omnium está haciendo una gran inversión para desarrollar una actividad con un completo respeto al medio ambiente, yendo más allá de la realización de una actividad cultural, lúdica y educativa.

Estrategia de cambio climático

La certificación de la huella de carbono es uno de los pilares básicos de la estrategia de cambio climático puesta en marcha en los últimos meses por el Acuario de Sevilla. Una estrategia que contempla además la reducción al máximo de la generación de residuos a través del modelo ‘Residuo cero’.

Otro de los pilares de esta estrategia de cambio climático es la investigación, que pretende aumentar la resiliencia de nuestros ecosistemas, especialmente todos aquellos del entorno del estuario del río Guadalquivir.

El último pilar es la conservación que se lleva a cabo a través de los proyectos de recuperación de las especies en peligro y la prevención de la contaminación de nuestros ecosistemas con elementos que ponen en peligro la salud de las especies marinas.

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