Finalmente, la lechuga se impone a Liz Truss

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El pasado jueves 20 de octubre la ya ex-primera ministra británica, Liz Truss, dimitió del cargo tras unas jornadas de lo más convulsas en el partido conservador: repletas de reproches, traiciones, dimisiones e incluso agresiones físicas.

Reino Unido es un país complejo: capaz de los más grandes logros y a la vez de las más humillantes situaciones, dos caras de una misma moneda que lanza al aire aquel que se aventura en terrenos inciertos. Todos los países desarrollados se enfrentan a un escenario global de mucha incertidumbre, todos debemos movernos por esas aguas turbulentas, pero mientras la mayoría busca (tal vez por estar arraigado en nuestro subconsciente) la seguridad del grupo buscando alianzas, continuismo y prudencia, Reino Unido lleva unos años marcando la nota discordante.

Entre esas actuaciones destacan el sonado Brexit (la salida del país de la Unión Europea en lugar de buscar una posición común más fuerte), la estrategia con la que la nación decidió enfrentarse al Covid (buscando inicialmente la inmunidad de rebaño mientras la mayoría de países imponían el cerrojazo social y económico), el mantenimiento en el cargo de primer ministro de Boris Johnson (siendo uno de los líderes de los últimos tiempos más particulares y con más escándalos políticos y personales), y uniéndose a esta lista, los cambios en las medidas económicas de la legislatura de Liz Truss (buscando la manera de hacer frente a una situación económica que recuerda a tiempos pasados).

Humor inglés.

Ante estas (y otras muchas) situaciones donde parece prudente ser discreto, lo que los medios de comunicación británicos siempre han hecho realmente bien es no tapar los escándalos y bochornos. El país de los tabloides airea descarnadamente cualquier desvergüenza o controversia a nivel político, social o personal. No obstante, hacen gala en muchas ocasiones de la famosa flema británica y diseccionan los temas de más rabiosa actualidad en clave de humor, con una sorna sutil y trabajada.

Esto es lo que ha pasado con el mantenimiento en el cargo de Liz Truss. Con un país sumido en una crisis de gobierno permanente desde hace meses, con la figura de Truss más cuestionada que nunca y ante la suposición de los principales analistas de que no duraría mucho tiempo en el cargo, el Daily Star publicó un video que se hizo viral donde presentaban a una lechuga iceberg comprada en un supermercado Tesco, “Daily Star Lettuce”, y planteaban si la lechuga duraría más que Liz Truss en el cargo.

Distintos medios, nacionales e internacionales, difundieron la noticia e hicieron seguimiento de la evolución de la lechuga durante siete días. El medio de comunicación gradualmente fue añadiendo ojos, boca y peluca al vegetal, hasta que finalmente el pasado jueves Truss anunció su renuncia, otorgando la victoria a la lechuga que retransmitió una celebración incluyendo luces de discoteca.

El mandato más corto de la historia da para mucho.

Los 45 días que Truss se ha mantenido en el cargo no han sido fáciles; desde la salida de Boris Johnson como líder del Partido Conservador, tras perder frente a Truss, no ha habido un solo momento en que la calma haya reinado en el partido. Las distintas decisiones tomadas tras su elección hicieron colapsar el mercado de bonos, bajaron los diferentes índices bursátiles y hundieron el valor de la libra a los valores más bajos en 40 años. Incluso tras su resignación, índices como el SP500 abrieron a la baja.

En las últimas horas de su mandato, la ex-primera ministra recibió numerosas cartas de dimisión tras perder la confianza de su ejecutivo y fue constantemente cuestionada por sus políticas económicas (totalmente opuestas a lo prometido en el proceso de elección). Durante su mandato, Truss sustituyó al ministro de economía Kwasi Kwarteng, con un alto carácter neoliberal y con la idea de reducir impuestos, por Jeremy Hunt, mucho más moderado, dejando atrás gran parte de los recortes impositivos prometidos, justo lo contrario de las promesas que hizo en el proceso de elección.

Toca ahora determinar quién será la persona que sucederá en el cargo, por el momento no se postulan candidatos claros, si bien se oyen rumores que pasan desde el recién nombrado ministro de Economía, Jeremy Hunt, que ha descartado querer presentarse a unas primarias, hasta la vuelta de Boris Johnson, recién aterrizado de unas vacaciones en el caribe.

Será necesario ver qué nueva ironía utilizan los medios británicos para presentarnos las novedades al respecto.

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