Diana Talarewitz: “La pasión y la ilusión no deberían perderse nunca a lo largo de la vida"

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Diana Talarewitz nació en Barcelona. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, abogada de profesión, especialista en Derecho de Familia y Agente Oficial de la Propiedad Industrial. En la actualidad prioriza su faceta como escritora. Es autora del libro de relatos ‘Parejas’ (2008) y la novela ‘La última judía” (2015) en la Editorial Amarante.

Pregunta: Este libro es un duelo claro entre la aceptación de las limitaciones de la tercera edad con cierta resignación y conformismo vs la reivindicación de la pasión e ilusión por la vida. ¿En qué bando se encuentra usted?

Diana Talarewitz: La pasión y la ilusión no deberían perderse nunca a lo largo de la vida. En el momento que se pierde la ilusión, la vida se convierte en un transcurrir de días sin propósito y sin sentido. Cada persona debería encontrar algo que la apasione, no me refiero solo al amor, hay un sinfín de cosas que pueden apasionarnos, en mi caso es la lectura, la escritura y la música, actividades todas ellas, que no tienen limitaciones con motivo de la edad.

Portada del libro.

P.: Las historias románticas las suelen protagonizar jóvenes y hablar de la sexualidad de personas de la tercera edad parece ser un tema tabú. ¿Piensa que los mayores experimentan esa pasión de manera distinta a los jóvenes? ¿O es una fuerza que arrasa con todo, ya tengas 18, 35 o 67 años?

D.T.: El amor no tiene edad, de manera que puede surgir cuando menos se le espera. Creo que los mayores experimentan la pasión de manera distinta a los jóvenes, en el sentido que la viven siendo más conscientes de sus emociones y con una mayor comprensión de las limitaciones de la edad.

P.: ¿Cuánto de usted hay en Julia y cuánto de Julia quisiera que hubiera en usted? Dicho de otro modo: ¿es Julia la protagonista de la que hubiera sido su vida soñada?; es decir trabajar para una editorial, luchar por la libertad, dejarlo todo por amor…

D.T.: Hay muchas cosas en mí de Julia, como el deseo de la libertad e independencia, pero lo he podido desarrollar en un contexto profesional al haber ejercido mi profesión de abogada durante más de treinta años, lo que me ha permitido ser independiente, autónoma y libre. Nunca me plantee trabajar para una editorial, en cambio, sí me hubiera gustado emprender mi camino de escritora mucho antes.

P.: En un momento dado dice que “el amor se transforma con la edad”. La fase del amor romántico, de la pasión, se acaba y da lugar a un amor de compañeros. Ahora bien, ¿de verdad cree que esta pasión no puede resurgir?

D.T.: La pasión puede resurgir si hay un verdadero propósito, si se ponen los medios para evitar la rutina, se vuelve a descubrir en el otro lo que nos enamoró. Requiere esfuerzo y dar lo mejor de uno mismo, requiere ser generoso, pero de no ser así, la pasión se adormece.

P.: ¿Cuán crucial es el papel que desempeñan sus amigas y su hija Anna?

D.T.: La protagonista, Julia, tiene una profesión solitaria que la mantiene alejada del mundo y si, por una parte, la satisface, por otra, necesita socializar con sus amigas. Julia tiene pocas y buenas amigas con las que se puede abrir y desahogarse. En cuanto a Anna, existe entre ellas una relación muy estrecha y sincera.

Diana Talarewitz.

P.: Se podría decir que, en parte, Julia toma esa decisión arriesgada porque se encuentra en una posición económica favorable. Cree que, en caso contrario, ¿la habría tomado igual? ¿O ciertas limitaciones económicas hubieran coartado sus anisas de libertad?

D.T.: Ciertamente, la toma de decisiones arriesgadas depende mucho de la economía que tenga cada uno. Hay personas que se encuentran atrapadas por falta de medios o por no tener una profesión que les permita ser libres.

P.: El marido de la protagonista habla constantemente de política y recrimina a Julia estar en una burbuja ante la situación que se está viviendo en Cataluña. ¿Por qué ha elegido el contexto del Procés para ambientar la obra?

D.T.: Recibí el mensaje de Stefano, a través de las RRSS en agosto de 2017, justo cuando se iniciaba la tensión política que acabaría convirtiéndose en el Procés. Inicié la escritura de la novela mucho después, pero acudí al contexto que tuvo lugar entonces coincidiendo con la recepción del mensaje, a fin de crear mayor tensión en Julia, que se vio acosada no solo en el plano personal, por su conflicto, sino también por la editorial que la apremiaba y por su entorno social (periódicos, TV, radio, etc.). Me gusta añadir a la trama el contexto histórico que tiene lugar en el momento en que tienen lugar los hechos, de manera a situar al lector en el tiempo.

P.: Entre estas páginas encontramos un punto de vista feminista, de querer ser independiente y no estar atada ni sometida a un hombre. ¿Considera que la sociedad está evolucionando en este sentido?

D.T.: Efectivamente. La sociedad ha evolucionado mucho para las mujeres de hoy. Gracias a su esfuerzo y dedicación, la mayoría tiene medios económicos para abastecerse y no depender de un hombre, pero además de esposa y madre, la mujer se ha convertido en una profesional y ello implica un sobre esfuerzo.

(Deseamos agradecer a Bibiana Ripol y Mireia Recasens las facilidades ofrecidas para la realización de esta entrevista)

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