Bioparc Valencia suma nuevos nacimientos en verano

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Este año el parque se ha llenado de esperanza con el “baby boom” que comenzó en el Estado de Alarma y que sigue este mes. Ahora ha sido la sabana la que ha recibido nuevas crías. Un nuevo blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi), antílope que se caracteriza por las llamativas marcas blancas que vemos en sus rostros y que contrasta con el marrón rojizo de sus cuerpos. Este chivo se une a los otros dos nacidos en mayo. Otro antílope que acaba de reproducirse ha sido la gacela Thomson (Eudorcas thomsonii), especie que en España solo puede verse en Bioparc Valencia y en la reserva zoológica del desierto de Tabernas (Almería) donde se trasladaron varios machos nacidos y procedentes de Bioparc. Esta pequeña gacela es fácil de identificar por la presencia de una franja negra en sus costados que separa sus lomos de color marrón rojizo de sus blancos vientres. La recién nacida está siendo criada a mano por sus cuidadores al haber sido rechazada por la madre. Ambas especies comparten el espectacular recinto multiespecie que recrea la sabana, donde conviven con jirafas, diferentes aves como los jabirús, el ibis sagrado y la cerceta del Cabo; y otros dos tipos de antílopes, kobos e impalas.

Muy cerca de este ellos encontramos otro recinto que ha recibido la llegada de una nueva camada, las mangostas rayadas (Mungos mungo). Estos días sorprende a los visitantes ver la actividad de las dos camadas que se diferencian claramente por su tamaño, junto con los adultos. Estos animales diurnos, carnívoros y muy sociales viven en grupos matriarcales que marcan cada día su territorio, compartiendo todos los miembros el mismo olor. Otras mangostas, en este caso las enanas (Helogale parvula undulata), también han tenido una camada en su recinto, una perfecta recreación de un termitero gigante a tamaño real. Estas mangostas son el carnívoro más pequeño de África, cuidan a las crías de forma colaborativa y dan un trato especial a los individuos de más edad y a los heridos o enfermos, toda una lección para aprender de estos singulares habitantes de Bioparc. Justo al lado de las mangostas se encuentra el impactante espacio donde contemplamos una manada de cebras de Grant conviviendo con rinocerontes y avestruces.

Este verano Bioparc suma, a la belleza de sus recintos y la frondosidad de la naturaleza brotada en esta primavera tan especial, el atractivo de conocer a las crías de las diferentes especies, la mayoría de ellas en peligro de extinción e incluidas en proyectos de conservación tanto ex situ en el parque, como in situ  a través de la Fundación Bioparc. Desde el “bebé” hipopótamo Gori; a la familia de gorilas con los pequeños Félix, Pepe y Virunga de 1, 2 y 3 años de edad; el chimpancé Coco que la próxima semana cumplirá 2 años; o la cría de bongo oriental, que comparte recinto con las crías de Dik Dik de Kirk y Duiker.

El parque, reabierto aun no hace un mes, ha dotado a sus instalaciones de una señalética especial, medidas higiénicas y refuerzo de información con monitores. Cuenta con 5 itinerarios de sentido único indicados en un plano especial con normas e información de utilidad, que puede descargarse de forma anticipada a través de la web o en el parque mediante un código QR. Todo ello, para incrementar la comodidad y calidad de la experiencia. Para poder visitar el parque, respetando aforos y para evitar esperas y aglomeraciones, la reserva de entradas se realiza a través de web del parque donde se elige fecha y horario entre los diferentes tramos.

Se mantiene la promoción de reapertura, con precios especiales para las entradas: 20 euros la general y 15 euros la infantil. Y para aquellos que no tienen previsto salir y les apetece visitar con frecuencia Bioparc como un espacio de ocio habitual existen diferentes modalidades con ofertas especiales para las familias como el Pase Manada desde 26,6€ el infantil para todo un año. Una forma de integrar el ocio con el compromiso con este proyecto que es patrimonio de todos los valencianos y apoyar la conservación de las especies en peligro de extinción.

Como novedad de este verano, justo en una semana comienza “Las Cenas en la Sabana”. Los viernes y sábados desde el 17 de julio y con el parque ya cerrado a las visitas, se podrá disfrutar en un entorno privilegiado de una deliciosa cena con un menú degustación diseñado por la Chef Lara Roguez. Una decoración étnica, preciosas vistas del anochecer en la sabana y la compañía de la manada de leones vigilando desde su atalaya para vivir una experiencia única.

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