Agustí reaparece en uno de los plenos más polémicos del año con el despido de 27 interinos

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Después de varias semanas de baja por enfermedad, el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, ha vuelto al trabajo a tiempo de presidir uno de los plenos más polémicos del año. Coincidiendo con la huelga de trabajadores del Ayuntamiento, el pleno, abarrotado de ciudadanos, ha debatido y aprobado, con los únicos votos del PP, el proyecto de presupuestos para 2012 y el despido de 27 interinos por la amortización de sus plazas.
Tras un recibimiento de espaldas y en silencio a los concejales del equipo de Gobierno, los silbidos, aplausos, gritos y cánticos no han cesado prácticamente durante toda la sesión plenaria que ha durado alrededor de tres horas y media pero, al contrario que en otras ocasiones, el alcalde no ha llamado al orden a ninguna personas sentada entre el público y ha instado a los concejales a seguir hablando independientemente de si se les escuchaba o no.

Por ello, las argumentaciones del concejal de Personal, Jesús Jiménez, sobre la amortización de los puestos ocupados por interinos han quedado ahogados por gritos de “fuera, fuera”, “dimisión” e, incluso, “chaquetero” en alusión a su pasado en las filas del grupo socialista. A Jiménez no se le ha oído pero el concejal de Economía y Hacienda, Manuel Palma, encargado de defender los presupuestos, ha decidido no hablar si no había silencio por lo que apenas sí ha llegado a intervenir en el debate.

Los asistentes a la sesión plenaria sólo han dejado hablar a los portavoces de la oposición, y tampoco en todo momento, de hecho, el alcalde ha retirado la palabra al portavoz de EU, Javier Parra, por considerar que había pasado su turno mientras esperaba a que el público guardara silencio. Ese ha sido uno de los primeros detonantes de múltiples reacciones airadas de los ciudadanos congregados en el salón de plenos y, también, del propio Parra que, muy ofendido ha espetado al alcalde que estaba en el uso de la palabra aunque no ha conseguido que Agustí le permitiera hablar en ese momento.

Esta situación se produjo en el debate del punto de las amortizaciones de puestos de trabajo ante lo cual, Parra aseguró que valora la posibilidad de impugnar dicho punto, ya que el alcalde "no le permitió intervenir y ejercer su derecho a argumentar su posición".

El empeño del alcalde por evitar que los gritos de los asistentes interrumpieran la sesión plenaria ha creado cierta confusión entre los propios concejales que no podían oír a sus compañeros ni al propio alcalde cuando daba paso a las votaciones pero eso no ha mermado los ánimos del público que ha enlazado cánticos como “Manos arriba, esto es un atraco”; “Vamos a contar mentiras, tralará” o “Queremos negociar” con peticiones más directas de dimisión y de dignidad.

Emoción contenida

En un intenso pleno que ha acabado con un cordón de policías locales asegurando la salida de los concejales del equipo de Gobierno sin incidentes, los protagonistas han sido los trabajadores del Ayuntamiento cuyo despido se ha aprobado con los votos a favor del PP. Sentados en las primeras filas, han recriminado una y otra vez al equipo de Gobierno lo que consideran una medida injusta e inmoral que no tiene en cuenta a las personas y a sus familias.

La emoción de los trabajadores ha llegado a las lágrimas en algunos casos al acabar el pleno pero uno de ellos ha protagonizado una emotiva escena durante la sesión plenaria cuando el PP ha presentado una enmienda al punto de amortización de plazas retirando de la relación de puestos que desaparecen el de técnico de Educación.

Presente en la sala y, al parecer por su reacción, ajeno a la noticia hasta ese momento, el técnico se ha emocionado mientras sus compañeros le daban la enhorabuena con claras muestras de alegría a pesar de que su futuro laboral no corre la misma suerte. © Celia Dubal/Hortanoticias

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