El mercado ambulante o no sedentario de Paiporta recupera a partir de este lunes, 4 de octubre, su ubicación tradicional, en el entorno de la plaza Cervantes. La relajación de las medidas sanitarias a causa de la pandemia permite recuperar el espacio donde históricamente se ha situado el mercado, en el núcleo antiguo de la localidad.
Desde el mes de junio de 2020, el mercado se había trasladado a la calle Jaume I para poder mantener todas las paradas abiertas con las distancias y los aforos restringidos por las autoridades sanitarias para contener los contagios de coronavirus.
Ahora, con la vacunación extendida a la mayoría de la población y el descenso de la incidencia y los casos, y de acuerdo con las últimas órdenes dictadas por la conselleria de Sanidad, el mercado vuelve a la normalidad.
Polo de atracción comercial de primer orden
Para la concejala de Economía, Empleo y Comercio, Olga Sandrós, "es una muy buena noticia esta vuelta, puesto que la ubicación tradicional es un punto más central del pueblo, y permite aprovechar la sinergia que se crea entre las paradas del mercado no sedentario y lo fijo», cosa que convierte el núcleo antiguo "en un polo de atracción comercial de primer orden para Paiporta".
Este cambio de ubicación "debe servir para repensar y relanzar los mercados de Paiporta, para hacer una reflexión sobre el modelo hacia el cual queremos avanzar y la manera de promover definitivamente el mercado como lo que es, un punto de comercio de proximidad, de productos de calidad y ejemplo de sostenibilidad, que encarna el mejor de los valores del comercio local como eje vertebrador de la economía local".
Sandrós ha recordado, así mismo, que la vuelta a la ubicación tradicional se hace "con respeto a todas las órdenes y resoluciones de las autoridades competentes, con el uso de mascarilla obligatorio en caso de no poder guardar la distancia, y con el cuidado en la higiene de manos", puesto que "hay que mantener una actitud prudente respecto a la evolución positiva de la pandemia".
La vuelta al entorno de la plaza Cervantes coincide, además, con la mayor tasa de ocupación de paradas del mercado fijo desde su rehabilitación, estrenada en 2016, y con la llegada de negocios nuevos y variados a las paradas, como son cafeterías, vinotecas o tiendas de comida para llevar que, sumadas a las tradicionales de productos frescos, a granel y de herboristería, le han dado una nueva dimensión a la infraestructura.
