La sexta ola de la pandemia de coronavirus ha llegado al centro penitenciario de Picassent, según la información que ha hecho pública el sindicato mayoritario en dicho centro, Acaip-UGT, en un comunicado hecho público este martes.
El sindicato da cuenta de un brote del que se detectó el primer caso el pasado jueves, 23 de diciembre, en el módulo de ingresos de la Unidad de Preventivos, y el segundo, el día de Navidad en el módulo 23 de la misma unidad.
Según la información que obra en poder del sindicato, de momento hay 3 internos afectados, a falta de hacer las preceptivas pruebas al resto de internos de los departamentos afectados.
La mayoría de internos del módulo de ingresos habían recibido en las últimas semanas la dosis adicional de vacuna, según estas mismas fuentes, ya que la primera que se les había puesto era la monodosis de Janssen.
El otro departamento, asegura el sindicato, es uno de los que menor porcentaje de internos tiene con la pauta completa. En un primer momento varios habían rechazado la vacunación, aunque en las últimas semanas varios la habían iniciado.
Esta situación ha supuesto que, además de suprimir las comunicaciones vis a vis de los internos, se vuelvan a suspender los permisos de salida y el resto de salidas programadas y las actividades navideñas aún pendientes de realizar.
Respecto a los trabajadores, más del 98% ciento de la plantilla recibió en su momento las 2 dosis de AstraZeneca, estando en estos momentos a la espera de ver cómo se va a concretar la administración de la dosis de refuerzo.
En un primer momento, asegura Acaip-UGT, desde Sanidad se indicó que quienes hubieran recibido esa vacuna podrían acudir a los puntos de vacunación sin cita aunque, a los pocos días, se cambió el criterio y se indicó que se citaría previamente mediante SMS, algo que desde el sindicato se asegura ha creado gran confusión entre el personal.
"Hemos solicitado que dicha vacunación se realice en el propio centro penitenciario, al igual que en la mayor parte de los casos se llevó a cabo con ocasión de la primera y segunda. Ello contribuye a no sobrecargar más los puntos de vacunación, y permite asegurar una mejor continuidad en la prestación del servicio público penitenciario", señalan desde Acaip-UGT.
El sindicato incide en el hecho de que esta nueva crisis sanitaria en la prisión de Picassent se produce "con sólo 3 médicos activos en el centro, cuando debería haber 21. Hay que recordar que 2 siguen en situación de baja laboral por agotamiento y estrés laboral. Todas estas situaciones sanitarias están suponiendo una enorme presión para el funcionamiento regimental diario del centro", señala en el comunicado.
Hace apenas 10 días, el mismo sindicato informaba de un parto que tuvo que ser asistido por el SAMU al no haber personal sanitario de servicio durante el turno de noche en el centro.
De hecho, explica la asociación sindical, ha sido necesario proceder a reabrir módulos que permanecían cerrados por la insuficiencia de personal que sufre el centro. Departamentos que, en algunos casos, pese a la enorme carga de trabajo que soportan, cuentan con sólo un funcionario de servicio, lo que obliga cada día a llamar a funcionarios que se encuentran de libranza para que acudan a prestar servicios extraordinarios, "aunque cada vez es más difícil encontrar alguno disponible para ello", lamentan.
Acaip-UGT alerta sobre el hecho de que "se desconoce el origen de los dos focos, y si alguno de los trabajadores ha podido contagiarse en su puesto de trabajo". En este sentido, el sindicato pone de manifiesto que "aún está pendiente de resolver si el contagio el pasado mes de julio de uno de ellos (que sufre el denominado Covid de larga duración) tuvo un origen laboral".
La asociación sindical se queja de que "la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se han puesto de perfil, dejando toda la responsabilidad en manos de los Directores de los distintos centros penitenciarios. Siguen sin adoptar medidas comunes para todas las prisiones, pese a las peticiones sindicales en ese sentido", concluyen.
