Valencia es una ciudad para visitar durante todo el año. Es cierto que durante el verano podemos disfrutar de sus playas y su buen clima, pero para ser sinceros, Valencia goza de buena temperatura prácticamente todo el año, por lo que visitarla en otras estaciones, como otoño, pueden permitirnos ver sus encantos sin tener que hacerlo con un exceso de calor. Ahora bien ¿qué podemos hacer en Valencia en otoño? Mucho, desde comprar entradas para el oceanográfic hasta visitar uno de sus parques más peculiares para niños, el parque Gulliver.
La Ciudad de las Artes y las ciencias
No podemos negar que una de las visitas estrella en Valencia es la de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Estamos de suerte, pues en otoño podremos verla con mucho menos calor que en otros meses.
Este complejo firmado por Santiago Calatrava, nos ofrece un sinfín de edificios interesantes para recorrer. Podemos visitar el Hemisféric, el Museo de Ciencias Príncipe Felipe, el Palau de les Arts Reina Sofía, el Ágora o el mirador conocido como Umbracle. Además, no podemos olvidarnos de una de las piezas más importantes del complejo: el Oceanográfic.
El Oceanográfic cuenta con más de 45.000 ejemplares de hasta 600 especies diferentes. Descubriremos delfines, leones marinos, pingüinos o belugas. Todo ello en un ambiente moderno y cómodo para los seres marinos que nos esperan.
Podremos, entre otras cosas, recorrer el túnel submarino más largo de toda Europa. Además, también tendremos la oportunidad de pasear bajo tiburones. Una experiencia única que gustará a los más pequeños de la casa, pero también a los mayores. Es interesante mirar estas entradas con tiempo en lugares como VisitValencia, algo que nos evitará largas colas.
La Marina de Valencia
Comentábamos que uno de los atractivos de Valencia son sus playas. En otoño quizá tengamos suerte y podamos disfrutar de un día de sol con muchísima menos gente que en verano. No obstante, si el tiempo no acompaña, siempre podemos visitar la Marina de Valencia, otro de los grandes atractivos de la ciudad.
Pasearemos por sus muelles y nos sentaremos a tomar algo en sus múltiples locales. Un ambiente vanguardista y distendido que hará que disfrutemos del mar como lo hacen los valencianos. Además, hay que recordar que justo aquí podemos también contratar alguna excursión en barco a lugares como Gandía o Altea.
Si tenemos suerte, podremos disfrutar también de los conciertos que suelen programarse en la conocida como Pérgola de Valencia.
La eterna Albufera de Valencia
En un recorrido mínimo de 10 kilómetros, encontraremos un ecosistema mediterráneo en el que se unen las playas salvajes llenas de dunas, bosques, arrozales y ese enorme lago conocido como la Albufera que se pude recorrer en barca.
Este lugar es muy querido por los valencianos pues se dice que fue precisamente aquí donde se inventó la verdadera paella. Además, también es un buen lugar para probar otras especialidades de la zona como el all-i-pebre o la llisa adobada.
El mejor momento para visitar esta zona es quizá cuando atardece; y es que los contrastes de color sobre la Albufera son un auténtico espectáculo para los ojos.
Hay que destacar que si sois amantes de las aves, esta zona es una de las más destacadas en España para ver algunas aves migratorias.
Los Jardines del Turia
Valencia tuvo un gran río que discurría por mitad de la ciudad. En 1957 se vivió la trágica riada valenciana, algo que cambió el futuro de este cauce; y es que se llegó a la conclusión de que había que desviar ese caudal para no encontrarse con futuras desgracias similares.
Hoy por hoy, ese cauce sigue ahí, sólo que ahora es un enorme jardín que se suma a las cosas que hacer en Valencia. Un parque urbano situado en este viejo cauce que ocupa nada más y nada menos que 167 ha, con una longitud que alcanza los 10 kilómetros. Es, sin duda, uno de los mayores jardines urbanos de toda España.
En su recorrido, que puede llevarnos directamente a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, vamos a encontrar zonas deportivas, zonas con muchos árboles y césped y diferentes áreas de juegos para los peques. Es más, justo ahí encontraremos un espacio totalmente emblemático para los niños, ya no tan niños, de Valencia; el parque Gulliver.
Este parque es una escultura monumental del propio Gulliver que cuenta con 70 metros de altura. Se puede acceder a ella a través de escaleras, toboganes y rampas, entre otros. Representa ese momento exacto en el que Gulliver llega al país de Lilliput. De esta forma, los pequeños que juegan en él son en realidad esos diminutos seres que escalaban al personaje creado por Jonathan Swift.
Bioparc
Por último, si nos dirigimos por el mismo Jardín del Turia hacia el otro sentido nos toparemos con el Parque de Cabecera y su lago. Además, tendremos acceso al Bioparc.
Estamos ante uno de los zoológicos más modernos de Europa. Un zoo que está diseñado bajo el concepto de zoo-inmersión, es decir que los propios visitantes se sumergen en la recreación del hábitat de los animales que allí residen.
El Bioparc está considerado actualmente como uno de los 10 mejores parques de todo el mundo. Sin duda un lugar muy interesante si viajamos con niños, en el que podremos ver desde leones hasta flamencos o hipopótamos.
