El Pleno de València ha aprobado hoy el Plan de Convivencia Municipal contra la Discriminación y el Odio para los años 2021-2024. Este acuerdo, adoptado con la abstención del Grupo Popular y de Ciudadanos, y sin el apoyo de Vox, “se enmarca en las políticas impulsadas por el equipo de gobierno con la participación de la sociedad civil para que València sea la ciudad de los derechos”. Así lo ha defendido la concejala de Igualdad, Políticas de Género y LGTBI, Lucía Beamud durante la sesión plenaria en la cual también se ha decidido instar a la ciudadanía, las empresas y a todos los niveles de gobierno para acelerar la transición energética con un plan de acción que permita avanzar para que València sea una ciudad climáticamente neutra antes de 2050.
La concejalía de Igualdad, Políticas de Género y LGTBI, Lucía Beamud, ha explicado que se trata “de un plan dinámico, de una herramienta para garantizar los derechos de la ciudadanía, y que en su elaboración el equipo de gobierno ha involucrado a miembros del tercer sector, que durante muchos años has sido los defensores de los derechos humanos en la ciudad”.
“El Pla COMVA es el instrumento fundamental para estructurar y desarrollar la política local de derechos humanos y de lucha contra la discriminación, garantizar y proteger el derecho a la dignidad de todas y todos sus habitantes. En este documento se recogen los objetivos y acciones como el diseño organizativo de lo ONDIS (Oficina de no Discriminación y Delitos de Odio) y del Observatorio Municipal Contra la Discriminación y el Odio”, ha concluido la edil.
En el debate generado antes de su aprobación, el portavoz de Vox, José Gosálbez, ha calificado la propuesta “de ideológica”; la concejala de Ciudadanos Rocío Gil se ha quejado “porque no se ha contado con la opinión de los grupos de la oposición”; y la edil del Partido Popular Marta Torrado, ha echado de menos “la presencia de algunas asociaciones y entidades sociales”.
