Como siempre, Ute Lemper llegó a Valencia (Palau de Les Arts) rodeada de un público incondicional y bajo el halo de estrella indiscutible de music hall, el perfume del cabaret y el espectáculo unipersonal. Y como siempre, la Lemper no defraudó. Desbordó talento, presencia escénica, gusto por un selecto repertorio, una gran voz y una entrega total ante los espectadores. Su gira mundial ‘Rendezvous with Marlene’ nace de una larga conversación que mantuvo con la mítica Marlene Dietrich en 1988 en donde la anciana actriz rememoró muchos de sus pasajes más íntimos en torno a su etapa del cabaret berlinés, sus años en Hollywood, el horror de nazismo, su amor por la poesía de Rilke, su ambigüedad sexual, su fascinación por Francia o su extraña relación con el país que la vio nacer.
Bajo los mimbres de una charla entre una estrella emergente y otra en el otoño de su vida, Ute Lemper tejió un espectáculo que rindió tributo a una mujer irrepetible, de férrea voluntad y poderoso magnetismo. Como un juego teatral (el show contiene una gran carga de elementos teatrales), Lemper repasó los momentos más destacados de la vida de Marlene Dietrich a través de las canciones que marcaron su vida.
Recreando una atmósfera donde el recuerdo se impregna de nostalgia, Lemper paseó por una docena de canciones, entre largos comentarios sobre la vida de Dietrich, que transitaron desde ‘Lili Marlene’, ‘La vie en rose’, ‘Where have all the flowers gone’, ‘Johnny’ hasta el ‘Blowing In The Wind’. Berlín, New York, Los Ángeles, París se sucedieron como transito vital y profesional por un escenario donde la transformación Lemper/Dietrich combinó su hechizo.
Dueña de la escena, Lemper dejó su impronta como cantante y actriz en cada pasaje del show acompañada de un vigoroso cuarteto musical compuesto por Vana Gierig, al piano; Cyril Garac, al violín, Román Lecuyer, al contrabajo y Matthias Daneck a la batería. Hubo deseos del público de más temas musicales dentro del ‘Rendezvous with Marlene’ pero en esta ocasión prevaleció la palabra y la memoria en la hora y media que brindó el espectáculo (llegó un bis, con ‘Que reste-t-il de nos amours?’ante los aplausos del público), y puede que para su próxima visita Lemper nos regale parte de ese gran patrimonio musical que guarda en sus maravillosos shows.
