El ayuntamiento de Massanassa ha tomado la difícil decisión de no abrir las piscinas municipales de momento ante el compromiso de seguir dando la máxima importancia a perseverar en la salud de la población y frenar la posible evolución de la pandemia del COVID-19 en Massanassa.
Entre estas medidas se señalaba la importancia de prevenir el contagio de la enfermedad y restingrir el aforo doblando, al menos, la superficie por persona, asegurando una distancia preventiva mínima de 1’5 metros entre personas.
El alcalde ha explicado que esta decisión forma parte de los planes preventivos de salud municipales que tienen como objetivo evitar aglomeraciones que podrían causar un rebrote del coronavirus entre el vecindario y poner en riesgo la vida de los vecinos y vecinas de nuestro pueblo. La finalidad es que se puedan disfrutar las vacaciones con las mayores garantías sanitarias.
El consistorio ha explicado que la evaluación permanente del riesgo de contagio de la pandemia y su evolución, en el marco de la desescalada por fases que está implementada en todo el país, determinará si es procedente flexibilizar esta medida en tiempo y forma.
