La mujer juzgada este martes por apuñalar a un hombre en su propio domicilio tras beber y drogarse porque le manoseó con la intención de tener sexo con ella, ha sido condenada a cinco años de cárcel por homicidio en grado de tentativa, pero será expulsada de España tras cumplir dos años.
Así reza la condena dictada por la Audiencia Provincial de València, donde se ha celebrado el juicio, que también establece una indemnización de 120.000 euros a satisfacer por parte de la condenada al perjudicado -aunque ésta se ha declarado insolvente-.
La víctima recibió múltiples puñaladas de la mujer, que aduce que quería "quitárselo de encima". Algunas de estas puñaladas afectaron a una de las órbitas oculares y en la cara del hombre, permaneciendo ingresado en un hospital desde que ocurrieron los hechos. Además, sufre secuelas graves como un deterioro cognitivo importante, alteración conductual y pérdida de memoria.
A la mujer, de nacionalidad extranjera, se le ha aplicado la eximente de alcoholismo. Cumplido ya un año y medio de prisión, permanecerá presa seis meses más y después será expulsad de nuestro país con la prohibición expresa de regresar durante una década. Esta condena es la resultante del acuerdo entre la defensa y la fiscalía del caso en el que, dicho sea de paso, no ha habido acusación particular.
En virtud del acuerdo la acusada ha aceptado como cierto el relato de los hechos por parte de la fiscalía, que cuenta cómo el 10 de julio de 2018, a las dos de la madrugada, subieron agresora y víctima al domicilio de él tras haber estado consumiendo juntos alcohol y cocaína en un local de ocio y, una vez allí, siguiendo con el mismo consumo.
"En un momento dado, como el hombre quería tener sexo con la procesada y mostraba una actitud muy cariñosa con ella, llegando a manosearla, ésta, para quitárselo de encima, cogió un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja con el mango de plástico que se hallaba encima de la mesa y, guiada por la intención de acabar con su vida, se lo clavó varias veces en todo el cuerpo", sigue el relato de la fiscal aceptado por la acusada.
El hombre salió a la calle para pedir ayuda y fue trasladado al hospital, donde se le apreciaron heridas que afectaban a la región cervical, a la arteria facial y a la zona umbilical, entre otras.
La mujer fue encontrada por la Policía 40 minutos después en las inmediaciones del domicilio en el que había sucedido todo en estado de embriaguez y actitud agresiva, negándose a ser conducida a un centro hospitalario, al que acudió más tarde acompañada por su madre.
