El bochornoso incidente protagonizado por el personal de FGV en la estación de Metrovalencia en la calle Xàtiva de València, negándose a facilitar el acceso al andén a un niño en silla de ruedas al no funcionar el ascensor, ha tenido ya repercusiones. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha publicado este mismo mediodía un comunicado en el que informa de que "está estudiando que medidas adoptará, en caso de avería de un ascensor, para garantizar que los viajeros con problemas de movilidad puedan acceder o salir de una estación durante este tipo de incidencias".
Sale así al paso la empresa pública de las críticas recibidas al trascender en los medios de comunicación la lamentable situación "que se produjo el pasado lunes durante la avería de un ascensor de la estación de Xàtiva de Metrovalencia". De esta forma tan breve y lacónico explican los servicios de prensa de la Generalitat lo ocurrido.
Tras la llamada a la Policía Nacional, dos agentes se personaron en el lugar y fueron ellos los que llevaron al niño hasta el andén. Algo que cualquiera de los presentes podría haber hecho sin dificultad alguna.
En ningún momento se hace referencia al comportamiento del personal, objeto de queja por la mujer que acompañaba al niño en cuestión -su tía, por lo que se sabe- por el trato recibido. De hecho, son las formas y la actitud mostradas, según la mujer, por el personal de la estación -indicándole a la mujer que se marcharan a otra estación- el centro de las críticas y no tanto el hecho, que respondía a un fallo técnico del ascensor de acceso para personas con diversidad funcional.
El director gerente de FGV, Juan Andrés Sánchez Jordán, ha lamentado profundamente el incidente y ha anunciado que ha encargado a las diferentes áreas de la empresa que estudien este tipo de situaciones y establezcan las medidas oportunas para ofrecer una alternativa satisfactoria al viajero.
Sánchez Jordán se ha puesto en contacto con la viajera afectada por esta incidencia para trasladarle disculpas e interesarse por lo ocurrido.
