La Comunidad Valenciana no solo es conocida por su gente, clima o gastronomía, su arte también destaca en todo el mundo, siendo el gótico el más conocido y presente en todos los rincones, llegando a compartir lo que se conoce como “Gótico Mediterráneo” con Cataluña y Baleares.
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Gótico religioso, gótico civil y gótico militar
En la Comunidad Valenciana encontramos representación de cada una de las ramas constructivas del gótico, construcciones religiosas, civiles y militares.
Las construcciones en el gótico religioso sufren un ligero avance técnico desde el románico, convirtiendo, por ejemplo, las bóvedas de cañón en las bóvedas de crucería o introduciendo los contrafuertes en el interior de las edificaciones. Estas construcciones están muy influenciadas por la presencia de órdenes militares que volvían de Oriente, de luchar en las Cruzadas.
Como arquitectura civil, destacan los palacios valencianos de los que, desgraciadamente, queda muy poca presencia en la actualidad. Son edificios muy compactos y macizos, orientados a ser edificios defensivos. El Palacio de Mercader o el Palacio de Joan de Valeriola son buenos ejemplos de ello.
Igualmente destacan, como monumentos defensivos, las Torres de Quart, obra a cargo de Francesc Baldomar. Estas torres fueron una de las puertas fortificadas de las murallas medievales de la ciudad de Valencia.
¿Qué ver en la ruta del gótico valenciano?
1) Basílica del Salvador
Esta iglesia fue levantada en el siglo XIII en la Plaza de la Iglesia de Burriana, después de la expulsión del pueblo musulmán de la península ibérica. Tan solo un siglo más tarde, se realizó otra construcción, donde se hizo el campanario, siendo a día de hoy uno de los más antiguos de toda la ciudad. Cuando acabó la guerra civil, se le volvió a otorgar el aspecto gótico original.
Su origen es el de recordar la primera victoria que tuvo Jaime I, otorgándole así una imagen más fuerte que no tiene nada que envidiar al resto de mezquitas que existen por la zona.
2) Concatedral de Santa María
Situada en la Plaza Mayor de Castellón de la Plana, justo al lado del Ayuntamiento. Este monumento es otro de los claros ejemplos por los que merece la pena visitar la ciudad y todo el arte gótico que deja tras de sí. Si hay algo que llama la atención, es que su campanario está separado de la Concatedral, factor nada usual para el siglo XIII, cuando se realizó la construcción.
Aunque fue arrasado por un incendio, a mediados del siglo XIV se volvieron a iniciar las obras, que se terminaron a principios del siglo XV por Miguel García de Segorbe.
3) Lonja de la Seda
Uno de los edificios de estilo gótico que más destacan, no solo por estar situada en el centro de la ciudad de Valencia, sino porque ha sido declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se empezó a construir en el año 1482, siendo terminada casi un siglo después, en 1548. Por aquel entonces, el pueblo valenciano vivía su época dorada, este edificio es una de las pruebas de la revolución comercial en plena Edad Media.
4) Catedral de Orihuela
Un dato curioso es que fue construida sobre restos de distintas civilizaciones, como la visigoda y mudéjar. Su construcción empezó a realizarse en el siglo XIV. Aunque no es un edificio que brille por su magnitud, sí que merece la pena acercarse para ver de cerca sus preciosos detalles.
5) Palacio del Mercader
Data de finales del siglo XIV o principios del XV, aunque su aspecto actual es consecuencia de las reformas realizadas en el siglo XVIII. Consta de planta baja, entresuelo, piso principal y piso alto, con un discreto exterior, destaca en el interior de su salón principal, un artesonado de porcelana.
