La película Matrix plantea un futuro en que casi todos los seres humanos están esclavizados y en el que las máquinas e inteligencias artificiales controlan el mundo. ¿Les suena?
Pero en esta sociedad digitalizada nos enfrentamos a que, tal vez, estemos creando una sociedad controlada por ítems y máquinas, en las que el sentido común, la lógica y el civismo estarán cuantificados y controlados. Disponemos de un sistema de ubicación en nuestros móviles que, si bien es cierto que nos facilita encontrar una ubicación, también nos localiza. Aunque no sabemos quién está utilizando realmente nuestros movimientos y con qué finalidad. Vaya por delante que, el uso de la tecnología aplicada el día al día, siempre que sea para mejorar la vida de las personas, entiendo que puede ser buena.
Según varias informaciones, esto se conseguirá mediante un dispositivo que llevarán los alumnos y que reportará la información de sus movimientos. Se dice que es para “enseñarnos” a los padres, familiares y alumnos cuál es la ruta más segura, por dónde cruzar, dónde están las señales, qué calles son más frescas o cómo llegar más rápido.
Podría pensar que si alguien viaja a un país con un idioma desconocido, alguien o algo te indicarán por dónde tienes que ir para llegar al lugar deseado. Pero da la impresión que dichos proyectos consideran que los padres, familiares y alumnos carecen de suficiente capacidad para decidir cual es la ruta que quieren realizar para llegar al centro escolar.
Además, la entidad municipal que quiere crear rutas seguras lo hace “para garantizar la seguridad de los más pequeños” y lo hace con los datos e información que aporten padres y alumnos. Para ello hay una encuesta que puede contestar cualquiera, sí cualquiera, no importa si eres padre o alumno, en la Web municipal.
Gracias a este proyecto, los padres podrán dialogar con sus hijos para indicarles por dónde hay que ir, ya que según nuestro consistorio, ellos no saben qué rutas son más seguras. Por supuesto, después de obtener la información que nos remitirán, se colocarán carteles en lugares visibles. En este sentido hay una evolución, ya no son migas de pan como en el cuento de Pulgarcito.
Según nos dicen, el objetivo es doble, por una parte te dicen por dónde tienes que ir y por otra parte, te invitan a desarrollar tu autonomía y a que no utilices vehículo. Ahora bien, los afortunados de dicho proyecto sólo son 6 centros escolares de los más de 29 que cuenta el municipio, entre centros de Primaria, Institutos y Centros de Educación Especial, sin contar la Escuela de adultos y el aulario de la Escuela oficial de Idiomas.
Y sí, es como lo están pensando, el resto de centros que no tiene la fortuna de adherirse a este proyecto estarán perdidos por Torrent buscando su ruta segura, obstaculizando el paso a los que sí saben por dónde tienen que ir o tal vez instalándose como ciudadanos de un mundo independiente del control de las máquinas. Entiendo que, visto así puede ser un caos; por un lado escolares y alumnos de “rutas seguras” marcharan por las vías y calles señalizadas; por otro, un ingente número de padres y alumnos andarán perdidos por Torrent, sorteando baches y sufriendo el calor de calles soleadas e intransitables pues no saben elegir que camino seguir para llegar a su centro escolar.
Y nos preguntamos, ¿nos consideran incapaces de elegir y decidir por dónde ir? ¿quién va a utilizar los datos y para qué? ¿Cuánto cuesta?, ¿es necesario?, ¿no sería más lógico invertir ese dinero en recursos educativos y en mejorar las instalaciones?, y por último, ¿Consideran a los padres y alumnos incapaces de decidir por dónde ir? Si es así, nos acercamos más a una sociedad como Matrix que a una sociedad adulta y con valores.
Amparo Folgado | portavoz Grupo Popular Ajuntament de Torrent | @amparofolgado
