Alumnos del Taller de Empleo denuncian abuso de poder y trato denigrante por parte de profesores y de la dirección

Según consta en el escrito presentado en el registro de entrada del Ayuntamiento, los alumnos de este taller estarían padeciendo en el día a día un trato “desproporcionado y denigrante”, con “reproches constantes e insultos”. Asimismo, denuncian que se les obliga a realizar trabajos fuera del recinto de aprendizaje y “sin preparación alguna”.
“La situación es insostenible”. Así comienza el escrito presentado por los alumnos beneficiarios del Taller de Empleo de Catarroja, que han recurrido al Consistorio para denunciar las supuestas irregularidades en el desarrollo diario de las clases tras los infructuosos intentos de solucionar estos problemas a través de la directora del centro.

Así, los alumnos ponen de manifiesto la existencia de un supuesto abuso de poder por parte de los profesores del taller, ya que, según aseguran, se les exige la realización de su trabajo como si de profesionales se tratara y “los reproches son constantes y asiduamente acompañados de insultos”.

“La falta de respeto que muestra el profesorado y la dirección del centro nos hacen sentir personas inválidas y poco valoradas”, agregan los alumnos.

Además, éstos aseguran que el abuso de poder llega hasta tal punto que “si un alumno se cae no puede coger la baja”, ya que “el profesorado y la dirección se toman las molestias de ir a la mutua para que no te la den”.

Cambio en las respuestas de una encuesta

También señalan que las horas de clases teóricas no se cumplen y que se producen cambios de las normas “constantemente”. Asimismo, señalan que se les han descontado horas por ir a sacarse el graduado escolar o por faltas “justificadas con certificado médico oficial”.

Por último, los alumnos destacan que el pasado mes de septiembre se les hizo entrega de unas encuestas en la que éstos debían exponer la experiencia y formación adquirida durante el tiempo que llevaban en el curso y que el profesorado y la dirección del centro les obligó “bajo amenazas” a que cambiaran sus respuestas, a lo que accedieron “por miedo a represalias”.