El alcalde de Burjassot, Rafa García, ha ingresado un total de 6.784,02 euros en las cuentas del Ayuntamiento correspondientes al dinero que, según el informe de Tesorería, había ingresado de más en su nómina en los años 2016 y 2017 con los intereses incluidos. El primer edil ha procedido a realizar esta operación tras el pleno extraordinario y urgente donde se ha aprobado con los votos a favor de PSOE, Compromís y Ciudadanos y los votos en contra de PP, EU y Totes amb Burjassot una rebaja de su propio sueldo para adecuarlo al máximo legal establecido por ley y una reducción del salario del resto de concejales liberados para mantener la proporcionalidad.
En concreto, la propuesta aprobada ha sido de una rebaja del 4,5 % para todos los concejales liberados tanto del Gobierno municipal como de la oposición. Así, el alcalde pasará a cobrar el máximo establecido por la ley de sostenibilidad y racionalidad en la administración local que entró en vigor en julio de 2015, según el concejal de Hacienda, José Ruiz. Para los municipios de entre 20.001 y 50.000 habitantes, donde se encuentra Burjassot, ese límite se establece en 55.000 euros al año y García estaba cobrando unos 58.800.
Los concejales de la oposición han asumido la tesis de que ha sido consecuencia de un error administrativo y subsanable como lo ha definido la portavoz socialista, Olga Camps, aunque han lamentado las formas en que se ha llevado a pleno la cuestión con convocatorias de plenos extraordinarios y urgentes sin tiempo para estudiar la documentación a pesar de que la notificación del del Espacio de Información Salarial de Puestos de la Administración (ISPA) del Ministerio de Hacienda que alertaba de la irregularidad llegó vía correo electrónico el 23 de enero.
En ese sentido, Camps ha justificado el tiempo transcurrido por el “enorme volument de gestión” que manja el Ayuntamiento, que no puede paralizarse para realizar cuant antes los informes pertinentes que requería esta cuestión, sobre todo, porque el Ministerio no había exigido plazos para solucionarlo por lo que entendían que no había que exigir una celeridad excesiva a los funcionarios. Aun así, la portavoz socialista ha aclarado que el alcalde sí pidió que se rectificara su siguiente nómina (la de febrero) mientras se regularizaban las retribuciones por acuerdo plenario.
