El concejal del Ciclo Integral del Agua, Vicent Sarrià, ha escogido la plaza de Rojas Clemente, recientemente remodelada y “ejemplo de la política de recuperación de espacios públicos del Gobierno de la Nau” para presentar esta mañana la nueva campaña El WC no es una papelera para concienciar sobre el problema medioambiental y económico que supone tirar las toallitas higiénicas por el wáter: el Ayuntamiento ha gastado en el último año más de 3 millones de euros para limpiar 4.000 toneladas de toallitas atascadas en las tuberías, sobre todo, en el colector norte.
El problema de la acumulación de toallitas es especialmente grave en una ciudad tan plana como València donde la evacuación de aguas residuales funciona por impulsión, por estaciones intermedias de bombeo que van empujando las aguas residuales en dirección a la depuradora de Pinedo a través del colector norte”. El embozo en ese colector, que aún no está resuelto del todo, ya ha costado tres millones de euros a las arcas municipales en los dos últimos años.
Según Sarrià, mucha gente piensa que tirar las toallitas al wc es un gesto inocente, también, por el etiquetado confuso de estos productos. Algunos son más degradables pero la mayoría tienen filamentos de plástico y una durabilidad muy larga en toda la red de saneamiento que está provocando daños en las estaciones de bombeo intermedias. En el caso del colector norte, se ha producido un embozo de más de un kilómetro de longitud.
Los trabajos de limpieza y reparación en este colector son continuos y, según el concejal, “seguramente queda trabajo para un año y medio más para completar su limpieza y la realización de las obras complementarias que eviten que en el futuro se repita el problema”.
