La Comisión de Desarrollo y Renovación Urbana ha aprobado este lunes la propuesta de Enclave de Recuperación de la Huerta en la Punta, una actuación que permitirá convertir un solar industrial en decadencia en una nueva edificación residencial comunitaria compacta y una huerta activa de casi 7000m2. La vicealcaldesa y responsable de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, ha anunciado esta aprobación y también la del convenio para recuperar el Molino del Arrocero de la Torre y su entorno y la modificación puntual del PGOU sobre los usos permitidos bajo rasante.
Hoy se ha aprobado la solicitud a la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad para la declaración de enclave de Enclave de Recuperación de la Huerta en La Punta, que tiene como objetivo la regeneración de una parcela en la Punta, avenida Jesús Morante Borrás nº 247, que en la actualidad cuenta con numerosas edificaciones industriales en estado ruinoso”.
Gómez ha resaltado que con esta propuesta queremos “recuperar el suelo de la huerta y cultivar, por lo menos, las dos terceras partes del ámbito del enclave, destinando la superficie restante al uso residencial comunitario que permita rentabilizar la actividad agrícola”. De este modo se pretende generar con la propuesta no únicamente un retorno positivo ambiental y paisajístico sino también social y económico, al contribuir a dotar de actividad y vida al barrio de La Punta. Además, se mantiene la clasificación de suelo no urbanizable que le otorga el PATH y se justifica el uso residencial comunitario compatible con dicha ordenación.
“La nueva actividad revalorizará un espacio actualmente en proceso de abandono y degradación, convirtiendo un solar industrial en decadencia en una nueva edificación residencial comunitaria compacta y una huerta activa de casi 7.000 m2” ha apuntado la vicealcaldesa.
Molino del Arrocero de La Torre
Por otro lado, la vicealcaldesa también ha informado de la aprobación del convenio del Molino de la Torre, que supone “una apuesta más por la recuperación del patrimonio industrial valenciano que estamos llevado a cabo desde la delegación de Urbanismo, un paso que nos permite garantizar la conservación de este molino arrocero”. “Se trata de un inmueble de indudable valor patrimonial y etnológico, símbolo de la primera industrialización valenciana” ha resaltado la vicealcaldesa.
En concreto, las instalaciones siguen el modelo de casa-factoría donde se distinguen dos zonas: la residencial o doméstica, donde se localizaba la casa de los propietarios, y la zona de producción. Con la reordenación urbanística se pretende calificar como Bien de Relevancia Local (BRL) el molino arrocero, proteger el resto del conjunto edificatorio e independizarlo de nuevas construcciones, mejorando con esto su contemplación. Además, con este convenio se pretende regularizar propiedades, la adecuada percepción visual del inmueble objeto de protección y también la protección del molino colindante, denominado molino de Pala. “Con la aprobación del convenio avanzamos en nuestra intención de poder abrir al uso público y urbanizar el actual tapón urbanístico que impide la apertura de la calle Marià Brull”, ha señalado la vicealcaldesa. Este nuevo convenio incluye una revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en el tramo comprendido por la avenida Real de Madrid y las calles Concepción Arenal, Giménez y Costa y Juan Reus Parra. La modificación también permitirá la protección patrimonial de las chimeneas de los molinos.
Por último, la vicealcaldesa Sandra Gómez ha informado de la aprobación definitiva de la modificación puntual del PGOU sobre los usos permitidos bajo rasante. “Se trata de un acuerdo muy importante que permitirá, por ejemplo, que instalaciones sanitarias, como consultas o quirófanos, puedan localizarse bajo rasante, lo que permite mejorar el servicio público de sanidad a los vecinos y vecinas”, ha concluido.
