Tres mujeres de entre 69 y 43 años, junto a otros tres adolescentes de entre 12 y 15 consiguieron reunirse con su pariente argelino y llegar a Albal, ciudad en la que reside y trabaja como trasportista este último.
Zitouni Jlleouli, es el padre de uno de los jóvenes que, al divorciarse de la madre empezó una nueva vida fuera de su país y se instaló en la localidad de l’Horta Sud. Su exmujer Olena Solomko, venía en el grupo de refugiados. Cuando se desató el conflicto el vecino de Albal no dudó en acudir al rescate familiar, se desplazó hasta Bucarest y allí se reunió con su hijo y la madre de este hasta ponerlos a salvo.
Este final se da gracias al apoyo y acompañamiento del consistorio albalense en coordinación con la ONG “Remar” -que ha sufragado los gastos de desplazamiento en tren desde Madrid a Valencia-. Albal por su parte abonó el trayecto hasta el municipio y el posterior traslado a Gandía donde se instalaban pasadas las 20.00 horas, gracias a las gestiones municipales y entidad humanitaria, que cubrirá los gastos de manutención de los seis desplazados.
Aunque con la mirada puesta en su país, pudieron dormir tranquilos, según han informado desde el consistorio. Siguiendo instrucciones de Cruz Roja por donde también pasaron, acompañados del educador a un educador social, esperan la cita para solicitar en Extranjería la protección internacional.
