Las niñas y niños son curiosos, lo quieren saber todo y, por supuesto, quieren ser bomberos. Hoy un grupo de 60 niños de Infantil del CP El Barranquet de Godella han podido aprender cómo es el trabajo de los bomberos del Parque de Paterna. “¿Cómo ibais a apagar los fuegos antes de que existiesen los camiones?” “Pues antiguamente iban en carros de caballos”; “¿Qué pasa si se os acaba el aire de la bombona?” “Suena un pitido y tenemos que salir corriendo porque nos podríamos ahogar”… y así han permanecido los pequeños visitantes durante las dos horas que dura el recorrido.
Los afortunados de esta semana han sido un grupo de 60 niños y niñas de 3, 4 y 5 años (Infantil) del CP El Barranquet de Godella quienes, acompañados por sus profesoras, han conocido de primera mano cómo son las mangueras, se han probado los cascos, se han subido al camión, han tocado el material y las herramientas e incluso han podido tirar agua.
Durante la visita a estas instalaciones, los bomberos les han ido explicando los protocolos en materia de seguridad con un lenguaje muy accesible y, sobre todo, que en caso de incendio tienen que llamar al 112. “Son cosas que se les tienen que grabar en la cabeza desde ya”, ha asegurado uno de los bomberos que les ha guiado en esta visita. Además, en esta primera parte del recorrido les han mostrado un video y los niños han seguido haciendo sus preguntas curiosas a los bomberos. 
A continuación han podido ver cómo funcionan diversas herramientas de las que disponen los bomberos en el camión: el ventilador para retirar el humo en los incendios, las mangueras y los utensilios para la excarcelación de accidentes de tráfico o el generador que les proporciona la luz si el incendio es de noche en un sitio que no está iluminado. “Esto es alucinante”, resumía uno de los niños.
Estos pequeños han sido unos privilegiados ya que incluso han conocido el gimnasio donde se preparan los bomberos en sus días de guardia, cuando sus quehaceres, las prácticas, los ejercicios y las intervenciones se lo permiten. “Aquí es donde nos ponemos fuertes, porque nuestro equipo pesa unos 20 kilos”, ha señalado uno de los bomberos a los niños. Además, también les han acompañado por las instalaciones donde comen todos juntos, la cocina y el comedor, así como su área de descanso, una zona con una decena de camas donde pueden descansar a determinadas horas cuando no tienen servicio. Las guardias de los bomberos son de 24 horas, pero ellos mismos han reconocido a los niños que dormir duermen poco “porque solemos estar siempre alerta”.
Cuando los pequeños han podido subir al camión de bomberos les ha llamado mucho la atención el olor a humo y se han querido poner los cascos que los propios bomberos llevan durante sus intervenciones.
“Se lo han pasado genial”, ha señalado una de las maestras, pero lo más importante es que han aprendido jugando diversos aspectos en materia de seguridad. Al finalizar la visita se ha podido escuchar cómo uno de los niños ha exclamado: “¡Hoy se han hecho realidad mis sueños!”. Quizá haya empezado a forjarse un bombero para el futuro.
