Esta semana Sala Russafa acoge las cuatro últimas funciones de ‘Ximpún’, dentro del programa de reactivación de la escena valenciana del Institut Valencià de Cultura ‘Oh! La Cultura – Tardor’.
La nueva propuesta de la formación valenciana Arden es la sexta en su línea de producción familiar, tras ‘Un soldadet de plom’, ‘El ruiseñor del Emperador’, ‘Lazarillo’ y ‘El viatge d’Alicia’. Se trata de una comedia que rompe el escudo con el que muchas veces se quiere proteger a los niños, pero tras el que también se esconden algunos adultos, para mostrar una parte más de la vida: las despedidas.
“Va a haber muchos padres que aprendan tanto como los niños con esta pieza porque la pérdida es algo de lo que generalmente no se habla”, explica Marian Villaescusa, autora y directora de la pieza. Para una de sus intérpretes, Irina Bargues, ha sido una experiencia en la que ella misma ha reflexionado sobre los muchos duelos que atravesamos en la vida: cuando falta una mascota, cambiamos de lugar de estudio o trabajo, rompemos una relación, fallece un familiar… situaciones para las que demasiadas veces no estamos preparados. Mientras que su compañera de reparto, Andrea Jara, destaca el reto que ha sido conseguir llevar a escena en tono de comedia, divertida pero con un toque emocionante, un tema como la muerte, que a priori podría parecer oscuro.
“Pero no hay que verlo como algo terriblemente dramático. Los niños también atraviesan el duelo y lo hacen de una manera natural, sin tanto miedos como vamos acumulando los adultos a lo largo de los años”, comenta la autora de la pieza, que ha aprovechado su experiencia como docente teatral en centros educativos desde hace 7 años, observando la sencillez y curiosidad con la que los niños se enfrentan a temas como éste.
Convertidas en ‘núcleo familiar’ (como ha dado en calificar el Ministerio de Cultura a los equipos artísticos que participan en un espectáculo teatral para permitirles interpretar sobre el escenario sin mascarilla), Marian, Irina y Andrea han evolucionado para ser algo más que compañeras, estrechando su relación creativa durante la puesta en pie de este montaje.
“Han sido meses de perfilar mucho el tono, la interpretación, el texto… todo está medido al milímetro para que los niños y padres encuentren los golpes de humor, pero también para que se descubran distintas maneras de enfrentarse a la pérdida, relativizando el concepto de la cultura occidental contemporánea, donde hay palabras o situaciones que son verdaderos tabús, tanto para los niños como muchas veces para los propios adultos”, reflexiona la dramaturga, que se basó en la reacción de su entorno respecto a su propia vivencia y recuperación del cáncer como germen para esta comedia.
Hasta el 18 de octubre permanece en cartel ‘Ximpún’, con funciones en Sala Russafa el jueves y viernes a las 19:00 horas, el sábado a las 17:00 horas y el domingo a las 12:30 horas. Una pieza que, a través del humor, la espiritualidad, el desparpajo y situaciones cotidianas, resta dramatismo al punto y final.
