Smart Factory es básicamente el futuro. El término, al traducirse, significa «fábrica del futuro» y está considerada como uno de los proyectos que aspira a cambiar la organización industrial a nivel internacional. Es el modelo de una fábrica que funciona gracias a la alta tecnología, permitiéndole estar completamente digitalizada y, en muchos casos, funcionar por sí misma.
Este proyecto está siendo implementado en regiones donde la industrialización es mayor, aunque algunas compañías de gran renombre como Planning Manufacturing son pioneras en su uso.
Los expertos señalan que, hasta ahora, el Smart Factory es un concepto ligado al desarrollo industrial, permitiendo que la sostenibilidad esté entre sus principales metas.
¿En qué consiste?
Para que una fábrica inteligente funcione, es necesario que cuente con la mejor tecnología de la cual se dispone en la actualidad. Quienes desarrollan el proyecto de Smart Factory han señalado que, en su implementación, esta utiliza Inteligencia Artificial (IA), Internet of Things (IoT), Big Data y Robótica.
Este método permite disminuir el impacto humano en labores para las que anteriormente se necesitaban muchos trabajadores. El Smart Factory aprende por sí mismo y crea patrones que ayudan al desarrollo de funciones sin necesidad de programaciones constantes.
Debido a que todos los sectores de una empresa están reunidos en un solo cerebro, esta puede desarrollar múltiples funciones al mismo tiempo. Además es capaz de generar instrucciones, advertencias, facturación, órdenes de pago e informes sobre el desempeño de la industria.
Ventajas del Smart Factory
Smart Factory es un término que se enmarca dentro de los límites de la llamada Cuarta Revolución Industrial o Industria 4.0. Esta consiste en crear fábricas mucho más avanzadas, que se adapten a las necesidades actuales y que permitan un mayor desarrollo.
Dentro de las ventajas del Smart Factory se destaca:
- Automatización de los procesos industriales, permitiendo que sea mucho más sencillo llevar a cabo labores consideradas difíciles y de alto costo.
- Adelantos en el proceso de robotización para desempeñar trabajos que pueden afectar a los humanos.
- Utilización de energías renovables, lo cual ayudará en la sostenibilidad de las empresas.
- Producciones justas en cantidad y de mejor calidad, gracias a que la empresa podrá desarrollar conocimiento sobre el mercado y los diferentes tipos de clientes.
- Reducción de costes y tiempo invertido en la realización de productos.
- Creación de infraestructuras de nuevos modelos, que no generen impactos ambientales y que ayuden al desarrollo urbanístico mundial.
¿Cómo afectaría a la industria mundial?
La principal duda sobre esta nueva tecnología es su irrupción dentro del mercado industrial: ¿cuáles serán sus consecuencias con respecto al trabajo y los sectores laborales?
Ciertamente, la organización industrial es uno de los aspectos que recibirán más cambios, sobre todo por la introducción de mecanismos que mejorarán considerablemente la producción y prescindirán de procesos viejos. No obstante, no existe forma de proyectar cuál puede ser el impacto real, más allá de lo beneficios antes nombrados.
La razón principal es que, al igual que la primera revolución industrial, el Smart Factory trae consigo una gran inversión, además del desarrollo y comprobación de tecnologías y estructuras que puedan servir sin llegar a colapsar. Esta es la razón por la cual aún no se encuentran fábricas del futuro en cualquier parte del mundo.
Para su implementación mundial será necesario un largo proceso de adaptación, en el que los grandes sectores tendrán que adaptar sus productos y servicios para así mejorar en comparación con sus competidores. De cualquier manera, Smart Factory requiere de mayores pruebas y desarrollo para lograr posicionarla como la aparición de la nueva era industrial.
