La ofrenda de València a la patrona de València siempre nos deja imágenes de emoción, lágrimas y mucha pasión por poder vivir un momento único.
Es una de las tradiciones que más devoción despiertan en el mundo fallero y eso se repite, año tras año, cuando las comisiones -con bebés en muchas de ellas, dormidos, en brazos o en carritos impermeabilizados- van entrando en la plaza de la Virgen y un gran número de falleras rompen a llorar al ver la enorme imagen de su patrona, a la que agradecen lo bueno de cada año, recuerdan a seres queridos que han fallecido y le piden todo tipo de ayuda y apoyo.
Este año una de esas imágenes ha sido la ha protagonizado Daniel Mena, instructor de la academia de tiro de la Policía Local de València. Pese a la lluvia y el mal tiempo, él más que nadie tenía un buen motivo para estar ahí: una promesa que cumplir.
Llegó en silla de ruedas y el hecho de que que hoy haya podido ofrendar, ha constituido uno de esos momentos singulares. Y es que el verano pasado, Dani sufrió un problema de salud por el que estuvo a punto de perder la vida. En esos momentos de incertidumbre le prometió a la Geperudeta que, si salvaba su vida, cuando se recuperase iría a verla para darle las gracias.
Hoy, en la Ofrenda, Dani Mena ha podido cumplir su promesa, rodeado y escoltado por algunos de sus compañeros que le han mostrado, emocionados, una gran cantidad de muestras de afecto y apoyo. Han sido, cuentan desde la Policía Local de València, meses de duro trabajo y esfuerzo hasta poder vivir un momento realmente emocionante.
Con todo, el mundo fallero confía en que el temporal Celia siga respetando la Ofrenda, que vivirá este viernes por la tarde su segunda y última jornada, así como las dos últimas mascletaes de las Fallas y la Nit del Foc previa al día de San José, cuando por la noche tendrá lugar la Cremà de las 766 fallas -entre grandes e infantiles- repartidas por toda València.
