Cuando han tocado moqueta, se han subido al coche oficial, o, en su tarjeta de visita, pone vicepresidente/a, ¡qué rápido se olvidan de sus promesas en la oposición! Pronto crean un relato justificativo de su cambio radical de pensamiento. Una vez en el poder, a estos que se autodenominan 'progresistas', les resbala todo lo dicho estando en la oposición.
¿Quién nos iba a decir que nuestra plaza del Ayuntamiento de Valencia, peatonal y encorsetada por maceteros mastodónticos carentes de estética, iba a presenciar actos violentos, enmascarados de concentraciones? 'Los radicales-progres' que no respetan las decisiones judiciales.
¿Quién nos iba a decir, hace unos años, que los valencianos íbamos a pagarle, mensualmente, a una jueza de la dictadura chavista el sueldo como asesora,para no se sabe qué trabajos, en la Conselleria de Vivienda? Dedazos de los 'comunistas-progres'.
¿Quién nos iba a decir que lo que antes la izquierda y extrema izquierda llamaba dedazos, clientelismo y besamanos al reparto del dinero público, ahora ellos le llamarían líneas nominativas de ayudas? Las trampas semánticas de los 'progres'.
Si el otro día, conocíamos que, desde que gobierna el PSOE y Podemos en España, habíamos retrocedido seis puntos en el índice de calidad democrática, ¿se imaginan aquí en la Comunidad Valenciana cuánto habremos retrocedido? Lamentablemente tenemos una casta política en el Gobierno valenciano que entró al poder engañando a la ciudadanía con valores de transparencia, igualdad, publicidad y objetividad, y, en poco más de un año del Botànic II, ha pasado a gobernar de la forma más opaca y dictadora. No quisieron bajar impuestos a los valencianos, pero sí mantener toda su engrosada estructura política clientelar; limosna para autónomos, pymes, hosteleros y ocio, pero el tripartito aumentando asesores.
¿Para qué sirvió una Conselleria de Transparencia y un área de Transparencia en la Diputación de Valencia? Ha sido la justicia, tras la denuncia de Ciudadanos, quien destapaba cómo PSPV y Compromís se repartían presuntamente cargos, asesores y gastaban el dinero público sin miramiento en Divalterra. Nos han tomado el pelo a todos los valencianos.
Lo triste es que tenemos un Botànic permanentemente de carnaval. Llevan el disfraz de 'progres' pero, bajo su máscara, son vieja y rancia política, aliñada de un comunismo chavista y acompañados por un constitucionalismo muy ligth. Que no te engañen con su disfraz.
[ Mamen Peris | Abogada y política | Diputada Cs Corts Valencianes | @mamen_peris ]
