En las últimas semanas me han preguntado en que medida es conveniente decir no a una oferta laboral que no encaja exactamente con las expectativas laborales del candidato, o hasta que punto el decir si a una oferta para la que se está sobrecualificado puede perjudicar o restar al aspirante a una nueva vacante en un futuro.
Como todo en este mundo dependerá de diversos factores, sin duda ninguna el principal motivo es el económico, por lo tanto, el estado de nuestras finanzas y el grado de necesidad de ingresos van a influir mucho a la hora de tomar una decisión.
Dejando de lado el estado de nuestras finanzas, desde este rincón del diario L´horta Noticias, sí que puedo indicar que nos aporta a nuestro bagaje profesional y personal, el aceptar ofertas de trabajo que nada tienen que ver con las expectativas que un principio teníamos.
Puede ocurrir que, cuando vamos a hacer una entrevista para un determinado puesto de trabajo cuya vacante queremos ocupar, porque pensamos que por perfil nos podemos ajustar, el reclutador piense que este candidato tiene que madurar ciertas aptitudes o interiorizar ciertos valores profesionales que en el momento de la entrevista el candidato no tiene adquiridos, y una buena forma de que lo haga es, conociendo la empresa desde dentro, ocupando un puesto de trabajo de “nivel inferior” al que en un principio aspiraba.
De esta manera con un seguimiento del mismo, desde el departamento de RRHH se puede valorar si esa persona con el tiempo está o no capacitada para ocupar el puesto que en un principio pretendía, o sí este candidato ha adquirido y desarrollado competencias que la empresa busca en sus trabajadores para promocionarlo en un área distinta a la que en un principio el candidato esperaba. En este sentido, aceptar una oferta de trabajo de una categoría que de entrada no esperábamos, puede ser el punto de partida para realizar un plan de carrera dentro de la empresa.
Otro handicap que se nos puede presentar a la hora de decidir si aceptamos una vacante o no, es que la duración del contrato o las horas que se nos ofrecen en el mismo. Dejando de lado como he comentado antes nuestra necesidad económica, siempre podemos pensar en que este contrato es nuestro punto de partida dentro del desarrollo de nuestra carrera profesional dentro de la empresa, no está de más preguntar en la entrevista si hay posibilidad de un futuro ampliar la jornada, ya que puede tratarse de un puesto de de trabajo de reciente creación y no se tengan determinadas las horas necesarias que se van a necesitar para la ejecución de las funciones propias del mismo.
En lo que respecta a la duración, si nuestra candidatura sirve para cubrir una baja por enfermedad, permisos retribuidos etc, no deja de ser una oportunidad de que la empresa nos conozca y nos tenga en cuenta en futuros procesos de selección.
Por último, indicar que independientemente del puesto de trabajo que aceptemos y las características del mismo, si o si en algo nos va a enriquecer, nos va a servir para saber lo qué queremos ser y lo que no, va a ser un indicador de como esta de difícil el mercado laboral y lo complicado que nos lo va a poner para poder llegar a cumplir nuestros sueños, nos va a ayudar a conocer funcionamientos y formas de actuar dentro de una empresa que en un futuro podemos extrapolar a otras empresas o incluso a otros campos, el paso por una empresa nos va a ayudar a trabajar aptitudes y a adquirir competencias tales como el trabajo en equipo, el trabajo bajo presión, priorizar la realización de funciones, análisis de situaciones y toma de decisiones, orientación hacia el logro o resistencia, competencias que en muchas ocasiones en la parte teórica de nuestros estudios no hemos adquirido.
En resumen, diré que a la larga todo suma, aporta y enriquece, todo ayuda a abrirnos nuevos campos, pero no olvides nunca que la decisión final y quien mas y mejor conoce tus circunstancias eres tú, así que, tú decides. Suerte.
[ María Ángeles Lázaro | Técnico de selección y orientadora laboral | http://buscandotrabajo.net/]
