Un año más el Festival de Les Arts ha reunido a los incondicionales del pop rock español. A pesar de que el cartel del sábado se presentaba más prometedor (de hecho se notó mucha más afluencia) la jornada del viernes acabó siendo más entretenida.
Tras la ausencia de última hora en la edición del año pasado Fuel Fandango llegó con ganas renovadas consiguiendo hacer bailar sin parar al público valenciano. Los Polock presentaban trabajo en casa y se sintieron muy arropados por la gente que coreaba todas sus letras. El gran cierre de jornada fue el concierto de Fangoria, echando mano de los clásicos de siempre y de los últimos temas más discotequeros.
Ya en la tarde del sábado Iván Ferreiro calentaba motores ante un auditorio que poco a poco se iba llenando y acabó por hacerlo del todo con el concierto de Sidonie. Los catalanes se desmelenaron sobre el escenario con un show frenético que ya es costumbre en el grupo. Curioso la gran cantidad de niños entre el público, entre el que el vocalista del grupo, Marc acabó paseándose conducido a hombros. 
La Habitación Roja es siempre apuesta segura y congregó a un nutrido grupo de asistentes. Les daban el relevo en el escenario La Casa Azul, que tras cuatro años regresaban de forma algo decepcionante con un flojo directo con problemas de sonido. Mención aparte y positiva merece el look futurista con el que reaparecieron. Los noruegos Kakkmaddafakka pusieron la diversión de la noche y para muchos el punto y final del fin de semana y el festival hasta el año que viene.
En total más de 40.000 personas que han disfrutado a lo largo del fin de semana de los conciertos, el arte y el diseño y de las diferentes actividades ofrecidas por los patrocinadores que seguro que repiten en la cuarta edición.
(Galería fotográfica: Marta Pérez Ortiz)
