Las fiestas de moros y cristianos de Paterna culminaron anoche con un evento de profundo significado histórico y cultural: el acto de entrega de llaves de la ciudad al rey Jaume I El Conqueridor. En una emotiva representación teatral a las puertas del palacio del ayuntamiento, se recreó el trascendental acuerdo entre ambas culturas en el año 1238, que consolidó a Paterna como una comunidad unificada sin la necesidad de recurrir a la batalla.
Esta tradición, arraigada en Paterna desde 1975, es interpretada siempre por los propios comparseros. En esta ocasión, los roles principales fueron desempeñados por Eladio Hernández Díaz como Rey Jaume I, Claudia Alacreu como Reina Na Violant, Quique Montaner como alférez cristiano, Jaime Tadeo como Caíd de Paterna y Javier Roig en el papel de alférez moro.
La representación narra cómo, al borde de la batalla mientras los musulmanes se preparaban para el enfrentamiento ante un contingente de soldados cristianos, se desata un debate entre los alférez moro y cristiano. En este intercambio, se repasan las condiciones acordadas para la entrega pacífica de la ciudad, respetando los derechos de sus habitantes. La intervención crucial de Na Violant y, posteriormente, del Rey Jaume I sellan el acuerdo que consolida la coexistencia de Paterna como un solo pueblo. Este pacto se concreta simbólicamente con la entrega de la llave de la ciudad por parte del Caíd Moro.
El acto fue precedido por un majestuoso desfile que contó con la participación de todas las comparsas. Como colofón, se llevó a cabo el arriado de las banderas Mora y Cristiana, que habían ondeado en el balcón principal del ayuntamiento desde el pasado jueves. De esta manera, se realizó la transferencia de las Capitanías, con Tuareg tomando la responsabilidad en el bando Moro y Guerreras de Tadmir en el Cristiano, liderando los desfiles del próximo verano. Las comparsas Zihara y Els Vilaragut, quienes desempeñaron exitosamente esta función en el presente ciclo, realizaron la entrega simbólica.
