Valencia Basket exhibió tenacidad y perseverancia en un emocionante enfrentamiento que culminó con una derrota por la mínima, 79-78, ante el AS Monaco en su cancha
Aunque el inicio no fue el deseado por el equipo visitante, que se vio superado en los primeros minutos, lograron encontrar su ritmo gracias a una defensa sólida que frenó la ofensiva del equipo monegasco y les permitió reengancharse en el partido.
A pesar de los esfuerzos y de acercarse a la victoria, algunas imprecisiones en tiros libres y en momentos claves impidieron que Valencia Basket se colocara al frente, finalizando la primera mitad cuatro puntos por debajo.
En la reanudación, Valencia Basket mantuvo la intensidad, especialmente desde la línea de tres puntos, con Ojeleye brillando en momentos cruciales, lo que les permitió incluso adelantarse en el marcador durante el último cuarto.
Sin embargo, AS Monaco respondió con la fortaleza física de Hall y los aportes decisivos de James, recuperando la ventaja. Valencia Basket, apoyado en una destacada actuación de Inglis, luchó hasta el último segundo, teniendo en sus manos la posibilidad de forzar la prórroga en la última jugada, aunque un rebote y un tiro libre certero de Hall clausuraron las aspiraciones de remontada.
Desde el comienzo, el entrenador Álex Mumbrú confió en una formación inicial compuesta por Pangos, Jones, Anderson, Inglis y Pradilla, buscando una combinación de habilidad y experiencia.
A lo largo del encuentro, se sucedieron momentos de intensidad, con el equipo valenciano demostrando capacidad de reacción ante las adversidades, especialmente notables en las contribuciones desde el perímetro y en el juego interior, pese a las limitaciones por las faltas acumuladas.
El AS Monaco, por su parte, supo explotar sus fortalezas, especialmente en la pintura y en transiciones rápidas, manteniendo la presión sobre Valencia Basket.
La dinámica del juego fue de constantes altibajos, con ambos equipos mostrando destellos de calidad y resiliencia.
A pesar de la derrota, Valencia Basket dejó una imagen de compromiso y lucha, destacando su capacidad para sobreponerse a un comienzo adverso y competir hasta el último segundo en un entorno desafiante.
Este partido refleja no solo la intensidad de la competición sino también la importancia de la precisión en momentos críticos, un aspecto que, sin duda, Valencia Basket analizará de cara a futuros encuentros.
Con esta experiencia, el equipo se prepara para continuar su camino en la temporada, tomando este partido como un aprendizaje para fortalecer su estrategia y cohesión en la cancha.
