La Policía Local de Paterna ha iniciado hoy una huelga a la japonesa, es decir, se emplearán con la máxima dedicación a su tarea y esto comportará un incremento de las sanciones hasta un 80%, según ha anunciado el sindicato CSI•F. Esta medida se adopta tras anunciar el alcalde de la localidad, Lorenzo Agustí, un nuevo recorte en sus sueldos.
La decisión municipal implica una bajada del 30% de las tres pagas extras de estos empleados. También recorta la partida destinada a vestimenta para la policía, que pasa de 200.000 a 83.000 euros, y anula la compra de cinco motos para los agentes, hecho que provocará que los policías de barrio tengan que seguir acudiendo a los sitios a pie.
Según explica la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI•F), esta medida de protesta tendrá una repercusión directa en su labor impositiva diaria, ya que las multas aumentarán entre un 70 y un 80 por ciento con una media de cien diarias. Las sanciones se aplicarán a rajatabla y afectarán, por ejemplo, a vehículos en doble fila o mal estacionados aunque sea de forma momentánea.
El sindicato CSI•F lamenta la decisión del Consistorio de bajar las partidas destinadas a los policías y no dotarlos de medios y material necesarios para poder ofrecer un buen servicio a los vecinos. La central sindical denuncia igualmente que los agentes no están percibiendo desde marzo la remuneración que les compete por las horas extras trabajadas. Estos recortes se sitúan por encima de los aplicados por el Gobierno y la Generalitat.
También critica que el Ayuntamiento rebaje el sueldo de sus trabajadores y, sin embargo, el alcalde de la localidad no se recorte el sueldo alegando que está en los márgenes de lo estipulado por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.
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