El PP pide reclamar a la Generalitat las transferencias, subvenciones y pagos adelantados por Torrent

El Partido Popular de Torrent ha lamentado que el equipo de Gobierno municipal no reclame a la Generalitat la deuda que mantiene con el consistorio local por diferentes conceptos, como trasferencias, subvenciones o pagos adelantados por el consistorio que corresponden a la administración autonómica. El PP cuantifica esta deuda en “millones de euros”.

Entre estas deudas, el PP ha denunciado que, a la vista de la cuenta general 2021, la Generalitat adeuda, por ejemplo, 284.675,72 euros por el Palacio a Justicia, “que año tras año aparece presupuestado pero que nunca se transfiere”. El consistorio ha avanzado y pagado el coste de los proyectos referentes a esta construcción, “sin tener noticias ni del pago de este dinero ni de la construcción del edificio por parte de la Generalitat”.

Otra de las deudas de la administración autonómica con el consistorio, según el PP, son los 1.302.781 euros por programas de empleo, ENCORP, de los que sólo ha recibido 728.908,64 euros. En este caso, según afirman los populares, están a la espera de respuesta del equipo de gobierno, ya que puede deberse a una deuda de la Generalitat o a un uso insuficiente de este presupuesto por parte del Ayuntamiento de Torrent.

La portavoz y presidenta del PP de Torrent, Amparo Folgado, ha instado al alcalde de Torrent Jesús Ros a “decidir si antepone los intereses del municipio a sus intereses personales en el partido y exige a Ximo Puig que pague a los torrentinos lo que les debe”.

"Ros debe pedir a Puig el dinero que debe a Torrent"

Para Folgado, “esta actuación de dejar a deber al Ayuntamiento de Torrent por parte de la Generalitat no es nueva ya que otros proyectos y anuncios Ximo Puig han sido sufragados por las arcas municipales, escurriendo el bulto el Consell”.

Folgado recordó el caso de la Agencia Valenciana de Seguridad Ferroviaria, ”un ‘ximo-anuncio’ que, de momento, le ha costado 340.000 euros a los bolsillos de los torrentinos la compra de las oficinas para su sede, estando las antiguas cocheras de FGV en desuso y abandonadas