La nueva Ley de la vivienda aprobada este 2023 ha revolucionado todo el sector de los alquileres con sus nuevas medidas. También en el ámbito de los pisos turísticos: semanas después de la entrada en vigor de la norma los propietarios se preguntan cómo les afecta y si pueden seguir operando con normalidad con sus inmuebles.
Las dudas son especialmente acusadas en grandes ciudades, ya que el texto aprobado habla de zonas tensionadas y limitaciones de precios que hacen dudar sobre si se puede llevar a cabo un alquiler seguro en Valencia, Madrid o Barcelona sin incumplir la ley.
Los pisos turísticos, fuera del tope de alquiler
Una de las principales críticas que ha tenido la ley de vivienda es que estipula la posibilidad de crear zonas tensionadas en las ciudades y marcar un tope de alquiler.
Además de ello, los aumentos de renta ya no serán con el IPC, sino que estarán limitados al 3 % los primeros años, para luego pasar a regirse por otro tipo de regla en la que se está trabajando.
No obstante, los propietarios de pisos destinados a alquiler turístico no tienen que preocuparse por esto. Al tratarse de viviendas que no se ofrecen para contratos de larga estancia, no se ven afectados por las zonas tensionadas y tampoco tienen ese límite de aumento.
Pese a que los socios de gobierno del PSOE, Unidas Podemos, intentó regular también este tipo de propiedades, los socialistas apostaron por no incluir ninguna limitación respecto a los alquileres cortos y centrarse solo en aquellos destinados a ser vivienda habitual de los inquilinos.
Un incremento de la oferta
El hecho de que los alojamientos turísticos no estén reglados por esta nueva legislación hace pensar en alguna consecuencia que puede tornarse en negativa para el mercado actual.
En los próximos meses, muchos de los propietarios que disponen de un inmueble en alquiler quieran optar por esta fórmula y obtener las licencias necesarias para llevar a cabo el cambio en sus propiedades.
Esta es una situación que afectaría al actual parque de alquileres turísticos, puesto que crecerá la oferta y eso, indican instituciones especializadas, hará que los precios se bajen y se eleve la competencia.
Los propietarios de inmuebles vacacionales tendrán que hacer pequeñas mejoras en sus domicilios para hacerlos más atractivos frente al aumento de opciones, explican quienes mejor conocen el sector, que están de acuerdo en afirmar que «también habrá que hacer una revisión de los precios y ajustarlos a lo que se esté cobrando para mantenerse en un estadio de competitividad que asegure reservas».
Por tanto, aunque no de una manera directa, la Ley de Vivienda sí afecta a los dueños de este tipo de propiedades. Y habrá que permanecer atentos y adaptarse a cada mínimo cambio del mercado para no perder posiciones en el mercado.
