La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales ha emitido su análisis anual sobre la inversión de los ayuntamientos de los municipios de más de 20 000 habitantes en bienestar social. En este caso, se refiere al presupuesto consolidado de 2017 y, por primera vez, dos municipios de l’Horta aparecen como municipios de excelencia al invertir más de 100 euros en este concepto por habitante. Se trata de Alfafar y Quart de Poblet. La primera invirtió 103 euros por habitante y Quart de Poblet, más de 147 euros.
En el lado contrario, sin embargo, aparecen también varias localidades de l’Horta que, según el estudio, no llegan a los 50 euros por habitante. Se trata de Paiporta, Moncada y Aldaia. Además, Alboraia, con menos de 40 euros por habitante, está en la lista de lo que el estudio llama municipios “pobres” en recursos sociales.
La vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha afirmado que la Comunitat Valenciana ha entrado por primera vez en la lista de municipios de excelencia social gracias a quintuplicar la inversión a los ayuntamientos", convirtiendo la atención en este ámbito en "la cuarta pata del Estado del Bienestar".
"El Consell del Botànic ha trabajado desde 2015 para consolidar los servicios sociales como la cuarta pata del Estado del Bienestar, junto a la sanidad, la educación y las pensiones, y con este objetivo en 2019 se han destinado 48 millones de euros para la contratación de profesionales en los equipos bases de los ayuntamientos y mancomunidades", ha explicado.
La cantidad destinada al refuerzo de estos equipos ha ido incrementándose año tras año desde 2015, lo que permitirá que cuando acabe la legislatura se hayan multiplicado por cinco el número de profesionales subvencionados por la Conselleria y que se están contratando desde los distintos municipios de la Comunitat Valenciana.
Así, en 2019 la previsión es que los ayuntamientos y mancomunidades puedan contratar a 1.784 profesionales frente a los 352 trabajadores y trabajadoras municipales que había al inicio de la legislatura.
Este incremento de las plantillas de profesionales permite una "reducción de la ratio" de habitantes por profesional, lo que significa "aumentar el tiempo y la calidad de la atención a los ciudadanos y ciudadanas, con una dedicación más personalizada, más profesional y más cercana", ha explicado. Con estas plantillas en los equipos base de los servicios sociales municipales, la ratio se reduce de 12.743 habitantes por profesional en 2015 a los 2.502 en 2019.
