El ayuntamiento de Alaquàs ha puesto en marcha un nuevo sistema de poda que mejorará la calidad de desarrollo de sus árboles. Es lo que han llamado ''naturalizar el proceso'' y con ello el consistorio busca garantizar también su estado de conservación así como su vitalidad.
Este nuevo protocolo de actuación establece que el arbolado se pueda podar únicamente en casos imprescindibles. Casos como la proximidad de edificaciones próximas o aquellos en los que el tráfico pueda verse interrumpido con la caída de ramas. En esas situaciones, el servicio municipal realizará ''podas correctivas'' que no alteren la estructura natural de la copa.
Por otro lado, este nuevo sistema garantiza que no se poden los ejemplares situados en espacios abiertos como parques, jardines o viales de gran anchura. Y que si es imprescindible la poda, sea para retirar únicamente las ramas más bajas bajo la cruz.
Con ello, el consistorio busca también respetar los lugares de los nidos de las aves, que a su vez favorece el control de la proliferación de insectos.
Este tipo de podas naturalizadas contribuyen a reducir la huella de carbono puesto que se disminuye la producción de residuos verdes y, por lo tanto, la reducción de los costes de su transporte, y se produce más oxígeno.
Hay que destacar además que las ramas grandes que se retiran en una poda severa son grandes reservas de energía que se pierden y que con las podas drásticas se ocasiona una gran cantidad de rebrotes espontáneos que provocan un desgaste de energía importante sobre el árbol.
