La asociación Lilith, compuesta por ex victimas de la violencia de género, invitó a las asociaciones de mujeres de Alaquàs como Mans Artesanes, Dosal, Dimecres femení y Amas de casa Tyrius y Ahlam; a los colectivos sociales y asociaciones de Alaquàs como Plataforma Cremona, 15m Alaquàs-Aldaia-Barrio del Cristo y Gent de l’Horta y Pachamama y a los colectivos de Valencia como RTVV y Taller de trabajadoras del hogar (CCOO) a participar en la iniciativa Madejas contra la violencia sexista que ha conseguido reunir más de 21 metros en apenas 23 días.
El proyecto surge de manos del Departamento de la mujer del Ayuntamiento de Astigarraga en colaboración con la Asociación Harituz y la organización Haurralde Fundazioa. Dicho proyecto consiste en tejer una bufanda kilométrica, con trozos tejidos de 30×30 centímetros. Así se irán juntando todos los trozos que llegarán desde muchos lugares. Y así, el próximo día 22 de noviembre, con motivo del Día contra la violencia de género (25 de Noviembre) se colgará la bufanda en la fachada del Ayuntamiento de Astigarraga.
A tal efecto los organizadores crearon una página en Facebook y el proyecto ha ido creciendo tanto que la intención se modificó a rodear el Ayuntamiento de Astigarraga.
La repercusión ha sido tal que cuentan con la colaboración de los 5 continentes, más de 35 países participando y ya han recibido bufandas de Portugal, Rumanía, Rusia, Bélgica, Francia, Italia, Túnez, Países Bajos, Argentina y México.
La asociación Lilith y los colectivos de Alaquàs finalizaron el pasado 31 de octubre la recogida de trozos de bufandas, las cosieron e hicieron un mural con los logos de las asociaciones y colectivos, ya que han de llegar antes del día 10 de Noviembre. El colectivo ha conseguido más de 21 metros en apenas 23 días.
Esta larga bufanda se convertirá posteriormente en mantas para donarlos a diversas ONG y asociaciones.
Los colectivos de Alaquàs valoraron muy positivamente la propuesta ya que ha permitido crear redes de solidaridadentre asociaciones de mujeres de Alaquás conociéndose e intercambiando experiencias asociaciones que antes no se conocían entre sí; presentar todas ellas a mujeres del municipio que desconocían su existencia; dar a conocer colectivos sociales del municipio y de fuera de él; crear nuevos proyectos conjuntos y que las mujeres se sumen a acciones reivindicativas contra el maltrato de género en un formato diferente.
