Unides Podem ha trasladado hoy por escrito su malestar al Ministerio del Interior ante los incidentes ocurridos el pasado día 12 en el barrio de Benimaclet a través de sus diputadas valencianas en el Congreso Marisa Saavedra, Rosa Medel, Roser Maestro y Txema Guijarro.
La coalición afirma que nunca tuvo que haberse permitido esta manifestación "ya que había indicios suficientes para prever riesgo para la seguridad pública en el barrio. Se trata de un barrio con una fuerte concentración de tejido vecinal y asociativo de lucha contra el racismo y el odio y con larga tradición de movimiento popular. Además, durante todo el día había convocadas diversas actividades de vecinos y familias por la tolerancia, la diversidad y contra el odio en el contexto del día 12 de octubre; estas convocatorias iban a coincidir necesariamente en el tiempo con la marcha fascista, una convocatoria realizada por organizaciones de extrema derecha que exhiben tradicionalmente en todas sus marchas símbolos abiertamente nazis y franquistas".
Con estos elementos y teniendo amplios precedentes sobre las organizaciones convocantes y su modus operandi, la coalición pide explicaciones sobre las razones por las que la Delegación de Gobierno autorizó la marcha de la extrema derecha, "pudiendo prever que se generarían fuertes tensiones con los vecinos y el tejido asociativo de la zona y teniendo conocimiento de la habitual exhibición de simbología explícitamente nazi y franquista".
Unides Podem interpela al Ministerio del Interior preguntando “por qué no tuvo la Delegación la capacidad de prever que esta situación podía darse antes de autorizar el acto fascista”.
La coalición quiere conocer también qué medidas y qué operativo concreto estableció la Delegación del Gobierno ante dicho acto promovido por grupos de extrema derecha el 12 de octubre en el barrio de Benimaclet en València.
Finalmente, Unides Podem se ha interesado por la detención de los tres manifestantes antifascistas, a la vez que ha solicitado conocer qué hechos concretos han llevado a ser acusados por delitos de odio.
