La Policía Local de Burjassot se enfrentó la pasada noche a un servicio que acabó poniendo en riesgo su integridad física. Alertados por los vecinos, tuvieron que entrar por la fuerza en una vivienda donde encontraron a una joven en evidente estado de ansiedad y con actitud muy violenta pues, además de autolesionarse, intentó morder a los agentes que trataban de ayudarla. La Policía sospecha que pudo haber ingerido sustancias estupefacientes.
Según han informado desde la Policía Local, los hechos ocurrieron alrededor de la medianoche cuando los vecinos alertaron de que oían a una mujer gritar y dar fuertes golpes en el interior de su domicilio.
A la llegada de los agentes, intentaron que la mujer abriera la puerta sin conseguirlo por lo que, alarmados por los gritos, lloros y golpes, y temiendo por la vida de la persona que estaba en el interior, procedieron a derribar la puerta de la vivienda y encontraron que la joven estaba tumbada en el suelo, se encontraba en un fuerte estado de alteración y violencia, autolesionándose e incluso arrancándose el pelo a tirones. En un momento determinado, la mujer intentó morder a los policías que intentaban ayudarla.
La patrulla solicitó la asistencia médica y hasta el lugar se desplazó un SAMU que trasladó a la mujer al hospital Arnau de Vilanova. En el domicilio se encontró gran número de sustancias estupefacientes, que pudieron provocar el estado de la mujer. El consumo de este tipo de sustancias provoca, entre otros efectos, taquicardias, insomnio, nauseas, paranoia, delirio, ansiedad y conductas violentas y suicidas.
