Imagine, por un momento, que asiste a un concierto de Tina Turner. Imagine, por un momento, que desea escuchar los grandes temas que la reina del rock, el soul, el rhythm & blues o el pop/rock (‘What’s love got to do with it’, Private dance’, Simply the best’ o ‘Goldeneye’…), catapultó a escala mundial. Imagine, por un momento, que no debe desplazarse ni a Londres, ni a Madrid, ni a Roma, y que solo debe acercarse hasta el Teatro Olympia para convertir ese deseo en realidad. Pues bien, ‘Totally Tina’ cumple, de forma magistral, todas las expectativas que usted había imaginado. Gracias al soberbio trabajo interpretativo de Justine Riddoch, talentosa en escena y en voz, Tina Turner se materializa a lo largo de dos horas de show sin dar respiro a los espectadores.
Con una puesta en escena muy próxima a un concierto multitudinario, ‘Totally Tina’ recrea de forma fidedigna las canciones y coreografías más emblemáticas de la cantante de Tennessee (EE.UU.). Basado en dos partes muy representativas (hay un descanso de 10 minutos), el espectáculo pasea, en sus primeros sesenta minutos, por temas clásicos en la trayectoria de Turner, que el público canta y vive, para crecer con esplendor y fuerza, en su segunda parte, a puro rock and roll en un non-stop continuo.
Riddoch, más allá del tributo, pone sobre el escenario exquisitez en la voz, buen gusto, pasión y humor a un show que en ningún momento presenta visos de imitación. Al contrario, todo el espectáculo juega a la representación y a la recreación bajo una estructura sólida y carismática.
Con una banda compuesta por cinco excelentes músicos y cuatro maravillosas bailarinas (las coreografías y el vestuario son idénticos a los utilizados por Turner), ‘Totally Tina’ no decepciona y se convierte en un verdadero espectáculo visual y sonoro que destaca por su profesionalidad y magnífica factura. Sin dudas, Justine Riddoch nos transporta a un período dorado de la gran Turner, gracias a un show de primerísima calidad que se vive desde sus primeras canciones. No se lo pierdan.
